Deja esconderme

Deja esconderme. No encuentro el poema de la página doblada. Lo he extraviado. Y no sé decir palabras sin apunte o acordeón. Mi plumaje es cenizo. Y necesito un escondrijo. Para reparar mis alas de papel. Deja. Limeña. No hay canción que se asemeje. A lo que mi corazón quisiera. Declamar en la pantalla. Por lo general. Tomo la guitarra. Y busco una canción. Con sus acordes. Y la canto. Con el corazón en la garganta. Y aparecen las imágenes de antier. Ayer apenas nos encontramos. Cabalgamos por el campo. Sin bailar el vals que amerita la ocasión. Busco los apuntes en la bolsa. Ya tenía avanzada la vida. En unos cuantos versos. Y de pronto el amanecer. Me indica que la vida. La acabamos de tener. Deja esconderme. Para de nuevo aparecer.

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