Yo levanto la mano

En disponibilidad permanente, yo levanto la mano. Para liberarnos. De las prisas y ese afán desmedido por tener más cosas.  Cosificado el hombre. Inmerso en afanes contrarios a su dicha. Dame el libro de pasta rosa.  Para iniciar el camino del no retorno. Quemar las naves es preciso. me sé esa historia. Dejad de lado las excusas. De ocupado. De hoy no puedo. Es preciso dejar constancia. De esta disponibilidad que no se agota en el entusiasmo. El reloj marca las horas en números romanos. En disponibilidad para encontrarnos. De ese lado del Jordán. O en algunos de los círculos de Dante. Al fin literatura. Yo levanto la mano. Para ir al frente contra el odio y la avaricia. Aquí. Desde este lugar luminoso. Donde los cuerdos han callado desde siempre.

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