Papá
Con esa tranquilidad permanente, se presentó anoche papá. Andábamos por la colonia. Por esas calles desafinadas y adustas. Polvo y viento. Y a la espera del camión que nos acercaría a la casa, aunque ya de por sí estábamos cerca. Pasaba uno y otro que no eran. Y finalmente le dije: vamónos caminando. Y así nos fuimos. Yo lo veía de reojo en su andar. Como cuando niño me llevaba de la mano al cine Popular. Ahora íbamos los dos. Seguros de sí. Anoche vino papá y lo abracé al momento justo antes de despertar.
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