Tiembla

Esa vanidad. De no sé. De anidar quizá en las revistas del corazón. Indiferencia ante lo que sucede. Tiembla. Temblamos. Ante una espera de no saber nada de lo que sigue. Y esperar lo que sigue como lo mejor por pasarnos en la vida. Esa vanidad de sentirse volar entre los escombros. Ese miedo de no amar sin seguro de vida. Emociones ante la canción de moda. Y esperar el siguiente calendario. Cumpleaños. Navidad. La vida sucede en cascada con cámara lenta. Irreversible. Por eso canta. Canta y no llores. Aquí desde la radio. Asomado por el orificio que da a la calle. Desde el pequeño orificio por donde se cuela un rayo de esperanza. Un cálido abrazo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam