Ciudadana

Ella, fuerte aún en la edad de las bisabuelas, sonríe mientras barre el frente de su casa.  Los vecinos la ignoran y no hacen lo propio, ni por asomo o vergüenza. No le importa. Tarde a tarde el centro de la ciudad de Villahermosa brilla esa parte de la calle Arista. La ciudadana Felícitas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?