Poesía y política
La palabra se cumplirá al fin cuando haya comida suficiente en la mesa del pobre, o se cumple si se lucha por ella. El amor es cierto sin esas medias tintas del papel donde se escriben datos, no el poema. Importa la manzana, sí y la estrella. Política es poesía también si la palabra en el discurso se redime con la mirada solidaria más que compasiva y de lucha permanente: una flor, un pájaro, el abrazo, un beso. Importa el alba, el canto, en tanto importe también abolir el hambre. Sé, también sabemos: no sólo de pan.
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