(5) Alguien ayuda

Hombre y cruz por las calles entre el polvo terrenal y el tremebundo viento. Le falta el hombro para sostenerse, la oreja donde reciba aliento tibio, el ojo que escudriñe, el juego con las nubes de la vida. Miramos hacia todos lados para ver si en esta carga viene tu mirada, estación de paso donde los nubarrones desaparecen como magia. Alguien* que no sé su nombre le ayuda con el peso, la gravedad. Le miro de soslayo. En las aceras los jueces de solapa o falda con el dedo índice lanzan culpas hacia el otro. La cruz desaparece cuando tu mirada miel se posa en mi rostro y pronuncias mi nombre. Volteo, rumor de viento. Espejismo para nadie.
*Simón

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