Caballito de mar
Caballito de mar, roce mi guitarra tu flor de sal. Caballito de mar, por sobre la silueta de tu sombra y nombre, la canción en la nostalgia. Espejo de la vanidad legal y de revista. Apenas ayer, caudal de tiempo sin medida, anduvimos por la playa, y te vi, caballito de mar. Manos para acariciarte, la música. ¿Dónde está la medicina que sana las heridas del desastre en la ausencia de besos? Toco transversal la flauta incomprendido. Bestia, mísero de mí. Y me alisto para el concierto en la nube. Caballito de mar. Te escribo como señal, humo en los ojos.
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