La vida efímera

Se cuenta de un maestro ingeniero que su hijo saliendo de prepa le dijo que quería estudiar licenciatura en artes. Nooo. Fue su respuesta. Eso es para afeminados. Tienes que estudiar una carrera como la mía. Ingeniería. Y cuando traigas el título y lo cuelgues en la pared de la sala, entonces sigues estudiando lo que se te de tu gana. Cuentan que el muchacho se fue a estudiar cinco años a Monterrey. Obtuvo el título. Regresó y lo colgó donde su padre dijo. Y e ser e, contento le regaló un auto. A los dos meses el hijo murió en accidente. Dicen que en el velorio el papá llorando se arrepintió no de regalarle el quto, sino de no haberlo dejado estudiar lo que él quería. Cuendo menos hubiera sido feliz estos últimos cinco años.

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