Los de entonces

Esos melenudos de los 70s; de mezclilla tubo; de dientes fríos; de siempre adelante. ¿Dónde andan? Caminaban sin prisa con garbo por calles y callejones. Polvo en los ojos y los labios. Libros prestados de la 6 y Bravo. Y pan de la buena suerte. Cabalgaban briosos potros para alcanzar la utopía. Que veían cercana. Muy cercana. ¿Dónde andan? Sus luces relampagueaban por las tardes en barrios de Matamoros. Irrumpían en estructuras con escamas. Y daban rienda suelta a la palabra en cartas de amor, poemas y discursos. Yo los sorprendía en bares donde ilustraban a la concurrencia. Exhortaban a putas rieran por el oficio revolucionario. Nunca más sin ustedes. El mar era muy chico desde la playa Lauro Villar. El río Bravo apenas una culebrilla de agua dulce serpenteando la frontera. ¿Dónde están ahora? ¿Alcanzaron los sueños? Esos de entonces contestaban sí, de la tierra de Rigo, al preguntarles su origen. De Javier. De la altiva y heroica. Trotaban en el Olímpico, frente al Pronaf. Jugaban en la Villa del Refugio o en el estadio municipal de la Balboa. En el salitre.  Caminaban por el Soliseño. O llegaban al auditorio a ovacionar los entrenamientos de Rogelio Lara. No importa dónde anden ahora.  Que sigan riendo. Y procurando el bien. La utopía sigue perseguida por perros. La usura estrangula. Y esos, los de antes, Bogar, siguen usando mezclilla, soñando en un mundo mejor, siguen amando los libros. Cantan a la efímera vida. En sus cuadernos de apuntes tienen versos, aforismos y recetas del médico.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam