Tan de pronto

El frío o la oscuridad. La vuelta a la esquina o la disyuntiva entre un sendero que se bifurca. O el enlace entre dos contrarios que de natural se repelen. O la química entre la miel y el burro que luce la pereza. Tan de pronto todo eso y el tiempo que pasa insobornable. Y la risa queda como piedra. Y los gatos son aplastados y quedan en la calle. Y los valores no son más que estampitas que se estudian en la escuela, para calificación. Así, tan de pronto, el sepulcro como para recordar que el tiempo no corre, vuela. Así, sucede. Cierro el libro. Y seguiré en otra ocasión con la lectura. Tan de pronto la felicidad como papa caliente. Repite el disco. Oigo la misma canción. Calle melancolía. Callejón la soledad.  

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