Ya ves

Despertar es milagro. Y lo primero que pienso es decir maravilla la existencia. Y ese preámbulo que es el sueño, continúa. Estaba el libro y un dado, como símbolos de la imaginación y el azar. Pasos hacia la luz tenue. Y en esos pasos la huella del tiempo en la suela y solapa. Yo se que estoy de este lado del río (hace frío), y se que estas de aquel lado y en el momento propicio el encuentro en la palabra o pensamiento. Un día no estaremos, esa fatalidad del tiempo. Un día las sombras no estarán ya más con nosotros. Y habremos pasado la estafeta sin darnos cuenta, poco a poco. Y otros caminarán por el parque, otros escribirán cartas, tomarán café, otros celebrarán la existencia con la risa sonora y los versos blancos o con rima.  Miras la luna? Bien dice el verso, somos de otra estirpe. Yo aquí, refunfuñando lejanía y silencios. En el silencio se que esta también la poesía. Despierto y entono esa canción de mi maestro: ya ves... No hago otra cosa. Este cantar de sordos.

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