Esa tarde

Esa tarde chascona en la alameda. Se escucha bien. No era alameda, no había álamos. Ni sauce para llorar. Apenas unas hierbas y un pino a punto de secarse. Yo estaba allí en ausencia de ti. La banca solitaria. A lo lejos música de piano. Las hojas secas. Y la imagen nítida de la chascona.

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