Las cartas

La gitana toma mi mano y escudriña en las líneas. "Las cartas -le dije- me ofreciste leerlas. "Las cartas luego", indica como diciendo aquí mando yo. Y en mi mano encuentra líneas que al parecer son difíciles de descifrar y ella con su bamboleo y sonrisa lo dice fácil. "Eres un proyecto para noches de cuando el diluvio. Tendrás tormentas mezcladas con gozo como animales: platos hechos añicos en la pared de hace algunos años y el pedernal en la fricción para la chispa desde el impulso original". Me daban ganas de reírme en su cara por los vaticinios como oráculos. "Las cartas luego", reiteró al despedirse previa entrega de una sonrisa con billete de 300 pesos. Estas no son escritos y menos para tirarlas al mar. Son cartas de baraja, explicó mientras se daba la media vuelta y dejando en el ambiente un halo de timo en complicidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam