Ya salió el cortejo

La niña, corazón miel,  en su cajita blanca. Salió de mañanita a sentir el rocío de pasto en el camino. A testimoniar sobre la flor silvestre y los olores del mercado. Vino el angelito en su sonrisa a dar fe de vida, mas su ausencia, yo no se. Por las aceras las miradas interrogan. Ninguna explicación del rayo que deslumbra. Tan pequeña. Tan bella. Tan gorrioncito. Una cajita muy blanca. Y adentro, sus manitas cruzadas.  Ella,  ángel con su sonrisa eterna, regresará. El ángel regresará en la sonrisa de mamá, la sonrisa de papá y sus hermanitos. Era muy de mañanita.

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