Anónimos 2

Bajo o sobre tierra. Lo nombres apenas son señales para diferenciar. Los anónimos son tantos, sin fuerza, sin conciencia. Lamentos y quejas. Sentados en bancas de parque o iglesia. Como testigos en los grandes espectáculos con boleto pagado en plazos. Los anónimos sonríen de vez en cuando. Y se sienten seguros en ese limbo generacional. Tienen su tarjeta de crédito. Tienen registrada su pupila en los bancos de datos. Y se enamoran anónimos. Y desenamoran. A veces realizan actos inconcientes y aparecen en los diarios. En cualquiera de sus secciones. Son los que forman los clubes de fans. Y firman cartas de protesta desde el procesador.

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