Me dijo adiòs
Me dijo adiós cien mil veces. Reíamos en la seguridad de "el que mucho se despide no tiene ganas de irse". Yo a cada adiós le respondía bienvenida. Y así estuvimos por varias efímeras eternidades. Entre sueños e insomnios. Adiós era una palabra simple cargada de alteridades. Bienvenida era la gracia de encontrarse. Y saber que caminar juntos es una manera de vivir la vida. Traíamos en la mochila algunos libros, dulces de barrilito y una pluma fuente para hacer llover palabras azules. El adiós fue definitivo. Y yo me quedé balbuceando en sueños la palabra bienvenida. Leo una novela de amor. Creo en la literatura. El calor que recorre el cuerpo y las humedades en tardes lluviosas. Tomo un café a sorbos. Como la vida misma.
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