Efecto de tu causa

Soy efecto de tu causa, aseguró riendo. Ya no traía la camisa de fuerza. Ni lloraba con hipos. El tiempo le había cobrado la factura. Y le permitían andar por todas partes de la casa de la risa. Lugar para los sueños de ser Napoleón, Pantagruel. O el mismo Borges. Hablaba de efectos y causas. Como si fuera de empanadas de queso. O frutas y legumbres. Pasaba de la risa al enojo. Y de este a la nostalgia. Dice que fue principessa. O Baronesa de algún lugar de la Francia. Se escapa a veces. Y la encuentran. Y ella llora por los tiempos idos. Eso de efecto y causa. O viceversa. Lo traía de muchos años. Le partían pastel por su cumpleaños. Y yo me fui alejando de poco en poco. Amor sea la causa. Y el efecto sea martirio o tormenta.

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