Tomo café al mediodía

Sábado. Día gris con presagio de luminosa lluvia. Recuerdos como película de pasado distante. Y el camino a la espera. Un café termina por despertarme. Y mueve el resorte del recuerdo. Al tiempo la distancia como frontera de lo vivido. Y los recuerdos apasentados desfilan como huellas del tránsito en los distintos amaneceres. Este sábado anuncia lluvia. Y se espera como esos días que llueve sobre mojado. Avanzamos en lo propio. En esa risa que se guarda a veces para mejores ocasiones. Y sin embargo aparece cuando menos se le espera. La dicha es una semilla que tratamos de sembrarla en tierra ajena. Y esperamos ser felices. Y tarde nos damos cuenta que nosotros mismos somos esa tierra. Mientras esta tarde leeré el libro El extraño y verídico triunfo de los locos. De W. Lafayette.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?