Nadie se ocupe en desgracia de otros
Nadie se ocupe en desgracia de otros, si no es para levantar, ayudar. Solidarios. En todo caso dejad pasar. Y no levantar el dedo para injuria o indicar señalando culpables como jueces, que en verdad no nos corresponde. Nadie. Por qué en desgracia sumarnos sin razones o motivos racionales. Solo ese afán de morbo humano. De querer ver en otros el decline de su luz, como si eso ayudara para ascenso nuestro. Es un decir. Ahora sigo mi camino. Perdonad esta manera de sacar consejos como agua de pozo seco, Y peor aún, sin sed en los otros. Ni en uno mismo.
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