Suele suceder
Suele suceder. Se descompone el auto. La fruta ha caído de madura. El libro no me lo regresan. He perdido el tren. Y sucede que me canso de lo lento. De las prisas. Y entonces me revelo y sueño. Y allí, entre la neblina del sueño hago acrobacias, me convierto en faquir. Y encajo colmillo en un amoroso cuello. Suele suceder que me pierdo. Incluso las llaves. Los lentes, el lápiz. Y sonrío para mis adentros. Para mis afueras reclamo. Mi casa ha cambiado de color. El cactus ha desaparecido. Me miro al espejo. No soy yo. No me culpes de esas canciones que aprendiste. Y recuerdan lo que nunca fue. Suele suceder que es de madrugada. Un gato maúlla. En el mar la luna riela.
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