Contracorriente

Supimos del salmón. A contracorriente. La vida misma. En llegadas a medianoche a estaciones que no existen. Pueblos fantasma. Seres anónimos sin rostro ni conciencia. Supimos de conjunto de ideas. Ideologías de moda. Para enfrentar al hermano de toga con fusil. Al fin de cuentas el fin justifica los miedos y los medios. Y caminamos de subida. No en lo individual. Sino en conjunto. Batallones espectaculares. Como extras en películas de guerra. Y seguir caminos de subida. Y volver a subir. Sísifo a la espera del descanso para el alma. A contracorriente en todos los juegos. Perdedores con medallas de temple. Fuimos otros siendo los mismos. Los juegos. las derrotas. Medallas de honor. Diplomas. Y la vida iba consumiendo el gas de la insolencia. Pecho a tierra. Pecho abierto para los disparos. Y aquí andamos. Felices. Esculpiendo los días. Escribiendo en el agua. A punto de tocar el horizonte. Qué bello crepúsculo. En la obra a diario salimos a escena. En eso andamios.

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