Job

Tanto luchar, señor, para estar igual. Tanto dedicarme a ti. Para que los males caigan en mi y en mi familia y amigos. Los peores males. Nosotros que te veneramos. Que no tenemos otro Dios, que tú. Y son los mercaderes, los agiotistas, los mercenarios, quienes obtienen lo mejor, el pastel, las monedas. Nosotros llevamos tu palabra al llano y las colonias; las llevamos a la montaña y al pantano. Mas son otros, los traidores, los beneficiados. Aquellos que se burlaron de nuestra doctrina. Quienes nos señalaron como seguidores del rebelde Cristo. Los que nos escupieron. Los que nos pusieron la etiqueta de revoltosos. Y nos corrieron de nuestro trabajo. Nos expulsaron de nuestras tierras. Ellos son los ganadores. Los que acordaron con Judas. Los que estaban con el César. Los que lamían las botas del pretor.

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