Si cruza un río el poema

Si cruza un río el poema. Y el agua lo arrastra en su corriente. No dudes en rescatarlo. En salvarlo. A como puedas. Sin que te ahogue. Si ves que en ese mismo canal disfruta en nado el agua. Déjalo. Anda en su agua. Son varientes del poema y del agua del río. El poema hace su lucha entre nosotros. Por elevar, por consolar, por hacer soñar. Por decirnos a conciencia que vale la pena ser y estar. A veces lo dice en risas o miradas. Otras veces como bálsamo para aliviar duelos. Otras más espejos o  ristales de fantasía para jugar. A veces se ahoga en ríos que no son propios para el nado. Y requiere de nosotros. Por eso no dudes. El poema te acompaña aunque no lo sepas. Aunque no lo quieras. Aunque lo dudes. Todo fuera en asomarnos a nosotros mismos. Yo lo descubrí en el milagro de la vida. Lo descubrí en la. Amistad. En el rocío. En la neblina. Y me acompaña en el cada día. Para andar sin prisas. Para hacer marometas la rutina. Ella me salvó cuando yo. Me ahogaba en vasos de agua. Que yo creía ríos.

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