Óscar Chávez 2

Ayer uno de mayo, tan pronto al despertar, busqué la Jornada para ver la portada y encontrarme lo que según yo mi "experiencia" editorial correspondía, por la línea editorial de dicho diario, y la vida solidaria de Óscar Chávez, la foto de él en la portada y algo relacionado a una frase  que correspondiera en síntesis a su extensa participación como artista en los movimientos sociales. Y para mi decepción no estaba nada de eso. No puede ser, me dije a mí mismo, traición al Caifán mayor. Y luego busqué la nota en espectáculos, a lo mejor le daban el titular de la contraportada y nada. El caso es que sí había fallecido Óscar Chávez un día anterior, el 30 de abril de los niños, no había sido un sueño, y La Jornada, nada para él.  Luego leí un aviso del diario que decía: "hoy no se publica La Jornada por ley es descanso obligatorio", o algo así. Para mi consuelo.
Ah, menos mal. Y lo mismo hice hoy día dos. Y efectivamente en la portada la foto de Óscar Chávez en primera, de cuando joven, tiempo de la película Los Caifanes, que no había llegado en mí el tiempo de mirarla. "Adiós, Estilos", la de ocho. Y un pie de foto extenso: "Los homenajes a Óscar Chávez empezaron de inmediato en redes sociales al darse a conocer su deceso en medio de la pandemia del Covid-19. Cuando se anuncie la reanudación de la vida pública en la Ciudad de México se definirá cómo rendir tributo al cantautor, informó la Secretaría de Cultura capitalina. La Sociedad de Autores y Compositores de México destacó el amor y el humor, la nostalgia y la alegría, el son y el corrido con que el también actor volcó su pasión para promover las raíces de la música tradicional. Por tiMacondoLa casitaLa niña de Guatemala, entre un gran repertorio, se quedan en el corazón de los mexicanos. En 1967 fue figura clave en la película Los caifanes, de Juan Ibáñez, con su personaje El Estilos, al lado de Julissa; la frase hacer más jaladas fue una de tantas en el repertorio popular surgido del primer clásico del Nuevo Cine Mexicano". Foto Rodrigo Moya / Sergio Raul López, especial para La Jornada,
y Ana M. Rodríguez
Ayer tarde un amigo, el ing. Carlos, me preguntó vía Watsap, "lic, ¿que´representó para usted Óscar Chávez?". No le respondí a esa pregunta específica y directa. Como respuesta le mandé el artículo nostálgico que había escrito ayer. Largo y tendido.  El mismo amigo me avisa que estaba viendo la entrevista en canal Once que le hizo Cristina Pacheco cinco años atrás. Para que la viera. Le dije que ahorita no, que ayer había visto dos conciertos de él, el del Vive latino 2019 y el que dio en Los Pinos. Sin embargo más noches vi la entrevista. Y a esa hora vi un mensaje del mismo amigo que me decía: "ok, se me cae la baba, y me digo: ¿por qué no lo seguiste cuando estaba vivo?".
En la entrevista con la Pacheco vi a un hombre sencillo, honesto, parco en sus respuestas y directo. Y hoy en la mañana me dispuse a ver Los caifanes, película filmada en 1967, dirigida por Juan Ibañez,  con guion del mismo Ibañez y Carlos Fuentes.
En la película participan por supuesto Óscar Chavez (el Estilos) , Sergio Jiménez (Capitán Gato), Eduardo López Rojas (Mazacote), Ernesto Pérez Cruz (el Azteca), Enrique Álvarez Félix (Jaime de Landa), la bella Julissa  (Paloma), Carlos Monsiváis (Santa Claus), entre otros.
La vi de principio al fin, sin palomitas. La disfruté. ¿Qué es la película? Es el trabajo cinematográfico de bajo presupuesto, donde un grupo de mecánicos de Querétaro, autollamados Los Caifanes, se van de juerga al Distrito Federal.  Y a causa de una lluvia, Paloma y Jaime, de la clase alta, se meten al carro, en ese momento abandonado y sin seguro, que es de ellos, para guarecerse. Y toda la noche se dedican a disfrutar la vida, empezando en el cabaret Génesis, comiendo tacos, cantando, quitándole la guitarra a un ciego para ir cantando, visten a la Diana cazadora y finalmente se despiden abruptamente, luego que en el desayuno de juerga Jaime, el Inge de la clase alta,  encara a los cuatro mecánicos sin nombres, con apodos, y se da de golpes con uno de ellos, quizá por celos, de que paloma y El Estilos, se lanzan guiños y miradas sensuales. No cuento el final para que la vean.
Las canciones que canta Óscar Chávez en la película, con todo el poder de su voz y estilo: El pájaro y el chanate, Fuera del mundo, La niña de Guatemala, La viuda infausta y otras, son un deleite para el oído.
¿Qué es la película? Somos todos los jóvenes. Los Caifanes nos representan, nos vemos en ellos. Todo joven formó parte de un grupo. Y todos los grupos hicieron travesuras de distintos niveles de diversión. Todos los grupos tenían a un muchacho pasado de kilos, gracioso y de risa espectacular,  y todos tuvieron al cantante, lector de libros, y  a las muchacha, todas ellas tan distintas. Y en ese barullo de la juventud, de los Caifanes, y de nosotros mismos, aparecen algunos frases dignas de aparecer en el guion de la película de uno mismo. Todos somos un caifán. Y todos tenemos n poco de cada uno de ellos. Por eso emociona la película, hasta el grado de que al verla entra humo en los ojos, sin que haya nadie fumando a nuestro alrededor.
Dijo Carlos Monsiváis, que el caifán es el mexicano que fue a Estados Unidos, tipo Pachuco, pero que a diferencia de este, el caifán "cae fine".

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