Inicio
Todo inicia en una silla de mimbre. En un balcón que da hacia una calle poco concurrida. Más bien solitaria. Rara vez pasa una persona. Mujer. Hombre. Niña. Un hombre sentado en dicha silla hojea un libro, revista o diario. Y cuando oye un sonido sabe que se acerca alguien. Y que pasará por su casa. Un saludo a la distancia. Y adiós. De regular oye música de fondo. Escribe. Lee. Y son sus tardes estivales caprichos a modo de pasar el tiempo. Porque sabe que el tiempo se ha ido. Aunque quedan horas, meses. Todo inicia en una silla de mimbre. Pasan las personas. Como un ritual voltean y miran la silla. Nadie. Y siguen su camino.
Comentarios
Publicar un comentario