Lista de los peores escritores
1. En el debate sobre presuntas listas por hacer o ya hechas de mejores escritores, un amigo propuso de manera seria, aunque se sabe que es de broma, que mejor se haga la lista de los peores escritores. De entrada me reí, luego me preocupé. Antes leí todos los comentarios, bien intencionados. De entrada comento que el mismo texto al que aludo es un pretexto para tener tema. Se titula: "Listas de mejores escritores de Tabasco". Porque llama la atención ¿a quiénes? A los escritores.
2. La mejor reacción es la indiferencia al mismo. La peor reacción es sentirse aludido en algunos juegos verbales. No soy yo quién para juzgar si uno es mejor o peor. Nadie me ha dado ese papel. Ni tampoco lo busco. Solo soy un "pobre venadito que habita en la serranía", (a como dice una canción. Es decir, rupestre, ejidal). Si se lee el título de este presente texto, habrá quién buscará "la lista" para no encontrarse allí y para encontrar el nombre de algún enemigo o enemiga, que siempre se tienen y pitorrearse. Al no estar, se respira aliviado, al estar se lanzan ofensas y diatribas.
3. Lo que digo es que no hay libros suficientes a la mano para, como lector, decir si este es mejor escritor que este otro, o aquel otro. Más allá de nombres conocidos o no. Puedo hacer en todo caso la lista de mis conocidos y conocidas escritoras, con quienes me saludo y que son amigos o amigas. Y otros harán sus propias listas, y lo mismo, estaremos fuera o dentro según las afinidades, las amistades, los compromisos, etc. Me comprometo sí, en el caso que me hagan llegar sus libros, de escribir una reseña sobre ellos y subirlas a este muro. Y opinar como lector, no como crítico. O criticarlos desde mi posición de aficionado. Prometo no escribir malas cosas sobre ellos. Pero si son malísimos, tampoco escribir cosas buenas. Pero sí comentarlos.
4. Siempre la opinión que emita, será desde "mi punto de vista", como todos los puntos de vista, limitado, afectado por mis lecturas (pocas o muchas es lo de menos), subjetivos eminentemente. No hay verdades y menos absolutas. En gustos se rompen géneros. Y cada quien tiene su "nivelito", como decía el buen Fontanelly; bien sea como lector o como escritor. La obra de Pellicer es muy citada, pero muy poco leída. Ese no es el problema. La obra allí está para leerla y diseccionarla, si eso es lo que se quiere.
5. Ya he dicho que vivo en el número 7 de calle Ciprián Cabrera Jasso. Y las otras calles llevan los nombres de "Poetas tabasqueños" (esta calle está al frente), "Alicia Delaval", "José Tiquet", "José Gorostiza", "Carlos Pellicer", "Dionicio (sic) Morales", "Ramón Galguera Noverola", "Tomás Díaz Bartlett", "José María Urgell", "José Carlos Becerra", "Poetisas tabasqueñas" (Y esta calle está hasta el fondo). Hubo un intento nuestro que no prosperó de poner el nombre de Teodosio García a una calle, atrás de la escuela telesecundaria, que es como un barranco. Había calle disponible, ybsigue sin nombre. ¿Quién puso los nombres de esas calles? No lo sé.
6. Ciprián Cabrera no sabía de su nombre puesto a esa calle. Cuando se lo comenté creía que era una broma mía. Llegamos juntos a un Encuentro de Escritores tabasqueños, allá por 1995, de los que organizaba la Sociedad Letras y Voces, y en el momento del registro de asistentes, él dio sus datos primero, y se quedó junto a mí. La muchacha colaboradora me preguntó mis datos, nombres, domicilio. Y coincidió que Pano estaba junto a mí, y pronuncié con buena dicción y volumen: "Calle Ciprián Cabrera Jasso". Y Pano enrojeció por la supuesta broma y rió. "No vaciles, Toño". Pero era verdad. Y saqué mi credencial de IFE (ahora son INE), se la mostré. Y enrojecido como por pena dijo: "Hasta dónde he caído".
7. Ahora bien. Como coordinador de talleres, que lo he sido, recomiendo leer mucho. De todo. Puedo escribir aquí cien nombres de los y las escritoras que sugiero leer. Pero son nombres muy conocidos; esta lista la puedes encontrar fácilmente en cualquier buscador de internet. Hasta se la puedes pedir al robot Alexa. Y de eso se trata. Son escritores cuya obra ha permanecido a pesar de todas las diatribas y listas de mejores o peores, contra ellos en vida y en muerte.
8. Como escribo y muchas veces es de broma, ya he escrito recomendaciones para no llegar a ser lector. En serio. Y bien puedo escribir sobre cómo llegar a ser un buen escritor desconocido o poco conocido. Lo mismo cómo se llega a ser un pésimo escritor. Y claro que son ejercicios que permiten recrear la imaginación como en esa expresión popular que dice: "te lo digo a ti puerta para que lo escuches tú, ventana". Para ser un pésimo escritor no hay que leer. Hay qué despreciar la lectura, hay que ser original no leyendo nada para no ser influenciado. Repito: para ser muy mal escritor.
9. Palabras más, palabras menos, en una visita que hizo el poeta Álvaro Solís al taller literario La Cueva de los Alebrijes, de Villahermosa, en 2023, comentó sobre su rutina del día como escritor. Y algo que me llamó la atención también fue su comentario respecto a que al platicar por primera vez con los integrantes de un taller literario les dice que reflexionen qué tipo de escritor quieren ser, si el mejor poeta de su familia, el mejor de su barrio, de su pueblo, de su ciudad, de su estado, de su región geográfica, de su país y más. Y que lograr eso depende en gran medida del empeño, la entrega, la disciplina, para leer y escribir literatura.
10. No he de escribir listas de mejores o peores escritores. Y celebro que algunos hagan esa difícil tarea. Dijo el filósofo Wistengeistten que el límite de nuestro mundo es el limite de nuestro lenguaje. Así para esas listas aplica lo mismo. Se escribe desde nuestras limitaciones en el lenguaje, el que aorensimos ennla familia, barrio y libros, en la visión del mundo y el concepto del cosmos que tenemos. Cada uno distintos. Por eso se recomienda leer mucho. Borges creo que dijo: estoy más orgulloso de los libros que he leído que de los que he escrito. Claro Borges era juguetón y tramposo en sus expresiones. Cuando le preguntaron sobre poesía respondió socarrón: si me preguntan no sé lo que es, si no me lo preguntan sí lo sé.
11. Es extraña esa expresión distorsionada que le atribuyen a Sócrates de "yo solo sé que no sé nada". Quizá se refería, digo quizá, a que los sofistas eran los considerados y autoconsiderados eruditos y sabios. Y cobraban por los conocimientos. Acudían a ellos quienes necesitaban argumentos para defenderse de una acusación judicial. Los sofistas se los vendían, comerciaban con lo que sabían. Con esa intención para diferenciarse Sócrates debió pronunciar esa frase. "Yo solo sé que no sé... los sofistas sí saben, pero torcer la verdad". Y luego los evidenciaba en público que sus argumentos eran para convencer sobre inocencias, sin importar si sus argumentos eran ciertos o falsos.
Comentarios
Publicar un comentario