Apuntes rápidos sobre el sentido de la vida
1. "Ven tantito", me dijo Doña Carmen García, cuando pasé frente a su casa, a cuatro de la mía, en el callejón 6, de la Treviño Zapata. Me acerqué frente a ella. Y me dijo: "felicidades porque has alcanzado la meta de tu vida". Se refería a que había terminado el ciclo escolar. Y había terminado yo mi educación Normal, y por ende, era flamante maestro de educación primaria. Y eso cuando se estudiaba la Normal luego de la secundaria. Era como un bachillerato pedagógico, por así decirle. "Gracias", alcancé a decir. Y me dio un abrazo correspondiente a la felicitación. Yo tenía 19 años mas 8 meses de edad.
2. Anoche miraba yo un video sobre el tema de "el sentido de la vida". Y el personaje cuyo nombre no recuerdo, pero es un líder religioso de las enseñanzas de la tradición hindú o de esas regiones, se refería a ello. Era como una charla informal. Le fluían las palabras y las ideas como el agua lenta de un río manso y de agua transparente. "La vida no tiene sentido", era su conclusión. No que no importara, aclaró. Sino que no tenía un fin específico. Que realmente lo importante es vivirla. Que en todo caso el sentido es vivirla.
3. Es egocéntrico tratar de darle un sentido específico a la vida. Sea volverse millonario. Sea tener mil casas o ranchos. Sea casarse una, dos y tres veces con los amores de su vida. Pueden ser tantas variantes que se les de a lo que se le llama el "sentido" de al vida. Solo que el único es vivirla. Todo lo demás es accesorio. Casa, coche, matrimonio, hijos, propiedades, joyas, etc. Ese es el ambiente que rodea a la vida. Pero la vida exactamente es la que tenemos con el cuerpo. Es decir: la vida es el cuerpo vivo.
4. En una de las clases que ahora llevo, el maestro (uno de ellos) nos preguntó de entrada, en el primer día de clases, "¿cuál creen que es el sentido de la vida?", y siendo cinco alumnos, cada quien dio su punto de vista sobre lo que considera y ha considerado ser dicho sentido. Cada quien con sus experiencias y sentires, cada quien con su visión del mundo y el concepto de la vida. Y al final el maestro nos dice: es una trampa la pregunta. Los más grandes investigadores y estudiosos del hombre como especie, no se han podido poner de acuerdo con tal planteamiento sobre lo que es el sentido de al vida.
5. Y entonces quedamos en las mismas. Como se dice: el que tiene piernas y no tiene tenis, quisiera unos tenis. Y quien quizá por accidente o amputación, no tiene piernas, quisiera piernas. O quien no tiene bicicleta, quisiera una. Quien la tiene quisiera un auto, aunque fuera viejito, quien lo tiene quisiera un auto nuevo, quien lo tiene quisiera un helicóptero. Y quien no tiene motricidad en sus piernas, quisiera dicha motricidad para poder caminar. Todo ello sin tomar en cuenta lo que dice Eduardo Galeano, que el auto es como una silla de ruedas motorizada.
6. El líder religioso en el video al que me refiero se extendió como por diez minutos explicando de manera clara y sencilla, que estamos atrapados por la mente que nos lleva, con prisas, a tratar de lograr algo. Sea lo que sea. Que en la mente nos la han llenado de ideas e ideologías ajenas nuestro bienestar. Que nos despertamos y ese pensamiento nos corretea. Y nos pone en tensión y en ansiedad a reflexionar, sea en la edad de los 30, 40, 50, 60 años en pensar que estamos derrotados, porque miramos a los lados y no hemos logrado lo que nos han hecho creer que es el sentido de la vida. A lo mejor tenemos un título glamuroso, pero no conocimientos. A lo mejor acumulamos conocimientos, pero no sabemos como utilizarlos, ni en lógica, ni en coherencia.
7. A lo mejor tenemos la gran casa, pero nos sentimos vacíos por dentro. Y entramos a nuestra habitación y por no querer encontrarnos con nosotros mismos, porque nos sentimos fracasados, con la vida perdida, entonces encendemos la televisión y con el control remoto recorremos todo el bufete de canales para tratar de comer ideas sin hambre. Y finalmente nos detenemos en uno que nos hacer reír, o que nos hace ver las sombras de la vida de los demás. Nos oculta nuestra propia sombra, por lo cual tenemos pesadillas. Y nos levantamos a la mañana siguiente con una sensación de fracaso. A las 3.33 am nos despertamos y nos sentimos que estamos en un pozo existencial, oscuro y profundo.
8. No tenemos casa. Y el sentido -creemos- es tener una casa. No nos hemos casado y creemos que el sentido es casarnos. Y luego tener hijos. Y ya tenemos casa, matrimonio e hijos. Y seguimos sin descifrar el hilo crisol de la vida. Nos aferramos a una cuenta de banco para incrementarla. Y nos aferramos a sostener las apariencias de felicidad con mueca en las sonrisas. Y con fotografías selfis. Solo que no nos basta. Y le aplicamos tinte digital para que cambie nuestro semblante. Y se mire nuestra imagen como de artista. Y nos enteramos que el artista tiene una vida desolada. Y que se entretiene entre versos, cuadros y representaciones.
9. Exactamente cuál es el sentido de la vida. Como si quisiéramos encontrarle otro sentido al agua corriente del río. U otro sentido a las perennes olas del mar que acometen la playa y vuelven en esas repeticiones eternas, hasta donde sabemos. Y más bien como el ciclo del agua, que bien aprendimos aquellos años lejanos de la primaria, de caer gotas de lluvia, elevarse en vapor y formar las nubes, y dejarse caer de nuevo, jubilosas. Entonces. Concusión
10. La vida universal tiene el sentido del ciclo. De llegar de la nada a la existencia. De ser y estar durante un breve tiempo. Y salir, de preferencia, luego de haber captado con los sentidos que somos parte de la naturaleza. Luego de haber intentado encontrar, infructuosamente, el gran secreto de los planos del cosmos y de verle el rostro al arquitecto del universo. Y al final nos encontramos con nada, o no nos dimos cuenta que el ser creado es el mismo que el creador. O algo así.
11. La perra fama, el desdentado éxito, la informe fortuna, la anhelada plusvalía, la extensa tierra con su cerca, el rimbombante, vacío y hueco título, nada de eso logra que el ser humano alcance eso que le llaman sentido de la vida. Diría John Lennon: "que la vida es lo que pasa mientras hacemos planes". Y Silvio Rodríguez nos decir que: "solo el amor engendra la maravilla". ¿El sentido de la vida? Vivirla a plenitud, despojados de esa pesada carga que nos impone el sistema con su superestructuras educativa, religiosa y publicitaria.
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