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Mostrando entradas de enero, 2013

Aniversario

La mano, tenaz y tierna, que dibuja tu contorno alborazada y voraz. El pie allí, bajo la mesa, ofreciendo la manzana sin pensar el qué dirán. La canción a capella cualquier otra canción Esa voz que descanse ¡por favor! La cartita, señor y guiño al por mayor para la amada y silbar la tonada y entrecerrar los ojos vaya que sí. Y la ola te oculta la desnudez y la arena áspera suave en el juego para la niñez. Y las carreritas que nadie ganó. Y el pulmón se puso a sollozar. Ya merito el desmayo ¿te puedes imaginar? Y esa luna mayor completa toda por sí. Me obsesiona para ti, la quisiera regalar. En fin que esta historia de aniversario continuará... Sin fin.

Pequeñas cosas

El rocío en la flor Una forma en la nube Y la palabra amor. Esta rima, por dios Así, una hojita ¿dónde? Separador, Y un café. Deja. ¿Dónde La invitación? Raras palabras Y al revés Por el jugar. Adivinanza ¿Quién escribe aparte del yo? Y del disco Toca de nuevo Esa canción Morir de amor. ¿Dónde están los recuerdos? ¿Las pequeñas cosas? Aquí, en el corazón

Cuando se ama

El bosque es verde aún en amarillo. La cigarra canta en monotonía y es un poema donde van sólo dos sonidos repetidos. La sal sabe a delicia. Y la suavidad de la fricción, es fascinante. El amor descifra los discursos del silencio. Con el amor la belleza tiene significado. Y la soledad no es tan solitaria. Y las canciones de la Chabela no se sienten  de cantina. Cuando se ama, la química se entiende sin razonamientos. Desde lo alto del edificio se mira a personas que caminan, entre ellas las parejas tomadas de la mano. En el elevador el beso furtivo. En el auto la temperatura a la alta. En la playa el contar de la arena. Y mirar abobados las estrellas en la noche o la luna. Cuando se ama, la mirada transparenta, y se percibe que el mundo es distinto hacia la esperanza. Yo lo sé de cierto (al contrario de quienes lo suponen), cuando se ama se camina diez centímetros sobre el suelo. Y la sonrisa extasiada o las miradas forman parte de la plática, como la uña rota o el estiramiento del...

El abrazo

Un abrazo, es siempre la manera de un decir solidario, armónico. Es la búsqueda de saberse acompañado y reconocimiento pleno de las ausencias terminadas. Es la distinta manera de cantarle oda a los cuerpos. Es decir un discurso amplio sobre la vida de las flores en participio de futuro y pasado. Es encontrar la herramienta perfecta de los dioses que se saben incompletos sin el misterioso accionar del sentimiento. El abrazo es la perfecta fórmula para terminar con el odio de las guerras. Nos miramos como hermanos que comparten mirada, luna y alimentos. Un abrazo es la historia simplificada donde se escriben romances terrenales. No hay de otra en el trafalgar de las cosas. Mística del dolor, solo se mide la densidad de lo humano en el abrazo del hermano y el amor. Oh. La palabra. Mientras esto sucede, me pongo de pie. Saludos y hasta en las ausencias cabe la posibilidad.

Tarea

Este si es buen alumno, que sin tarea programada, escribe para ver si así toca, en razones interpuestas, sobre el valor de la vida, una calificación de buen chico. Una flor o caballo. Dibujo así como queriendo la cosa. Para ver que mas sucede. y nada. Unas cuentitas por sumas y restas. Y esa tabla de elementos. Pum, pam. Que maravilla. Y el eolo, el dios de no sé que. Un pretexto bueno, para decir del hoy y mañana. Yo me escurro entre las cosas, para que no me identifiquen. Cosificado. Y alerto sobre los vientos. Y sobre las nubes irredentas. Esa culpa es mi maestra de estilo y redacción, y de dicción e imagen, que tarea no me dejó, y me angustia saber, que me gusta presentar, algo de lo que escribo, a ver si me pone diez, con una estrella en la frente, que es su sonrisa y voz, aunque también su mirada, cuando boba nos miramos, y reímos para ver, si el dios de los milagros, nos acerca y nos pone, por decirlo así, en el camino del ser, onde haya flores bonitas y besos, a no dudarlo. ...

Trato

Trato no siempre es contrato. Y no son excluyentes, claro. A veces sucede y a veces no. Cuando decimos que tenemos un trato, nos referimos a esos acuerdos, en los que dos coinciden en un guiño, se encuentran y buscan porque  quieren razones para mantenerse en constante comunicación, cercanía o alebrijes. Esta palabra va para afuera, claro. Nomas que no ahorita. ¿Qué tiene que ver alebrijes? En fin, Queda. Decía. Un contrato es desconfianza de cumplimiento, como decir doy fruta, paga o te demando. A plazos, o al contado, se cumple o a ver. Acordamos entonces que nada cambie, que todo fluya, que haya ritmo y sensación. Acordamos atrapar la mariposa, admirar el colibrí, vivir poesía. Y mentar madres cuando martillemos el dedo sin querer. Y atrapar el rayo con la mirada. Y rezarle a un dios que no existe, por si las dudas. Trato es idear las mil y una formas de continuar en esa locuacidad de la risa permanente, guiñar el ojo, hacer piruetas. Contrato es asegurarse que todo cambie para ...

Lunes

Este lunes es como pocos: oscuridad, neblina, frío. Sea bienvenido lunes, inicio o reinicio. Los ciclos de tiempo, días, semanas, años. Los ciclos, primaveras, inviernos. Los lunes son una cuesta o un deslizarse fácil por la pendiente. Es la sonrisa o la mueca. Es lo gris o verde. Cada quien asume una actitud de entusiasmo o resignación. Este lunes, como otros. Hoy puede ser un gran día, dice la canción. La conciencia de cada día es un motivo suficiente celebrar el milagro de existir. Y las palabras redundantes del amor, sol, luz, sonrisa al viento. Bienvenido lunes. Tiramisú.

Tinta imborrable

Escribo con tinta imborrable de colores, la vida. Globos de helio en mi corazón. Y cometas entre las nubes. Por eso he registrado con afecto crónicas históricas de mi árbol, algo de cierto y algo de leyenda, para perfeccionar el estilo. Cuando escribo rompo mi equipaje. Cuando digo estilo, refiero a esta forma de tomar el paraguas para no mojarme, o la forma como voy por la vida esquivando golpes como tic de boxeador viejo. De pronto estiro mi cuello para darme cuenta si voy o vengo o me pellizco para saber que existo. Cuando tomo tu mano es egoísmo. Es una manera de decir la química es una magia de magistralidad asombrosa. Tinta imborrable es permanecer incólume ante la tormenta o los saltos al vacío. Es pararrayos. Es la historia de los días. Es mi nombre en la pizarra a la llegada del grupo. Es el poema inconcluso que todos determinamos continuarlo. Con tinta imborrable escribo sobre ti, donde tu me escribes. Dios es el abuelo barbudo que cuida de nuestros sueños escritos previament...

Manos

Los juegos malabares de la infancia, la guerra de pelotas o con nieve. Y esa manera del cubierto  descubierto en el arroz con leche o los dedos en el asa del jarro con café. Y esa manera de señalar la flor o la luna. Y sin desdeñar el dedo en el gatillo o en la flecha y el arco de cupido. Y la mano que se aferra en la infancia al caballito o la muñeca, y el dedo del niño en el pastel. En la daga que se hunde en mantequilla y en la carne destazada. Y el dedo que recorre los renglones en la página del libro. Y al abrir el agua para el deslizarse del cuerpo. Y la que siembra las verduras o las corta en la cocina. Y la que traza la linea del contorno y da forma en la hoja, y en el cuerpo; o toma el pincel para la mezcla de las luces. Y aquí mis manos, con presente y futuro.

Cuando se escribe

Cuando se escribe se deja constancia de un momento; es un sentir, una observación, o un volar en malabares las palabras. Escribir es historiar sobre sonrisas o lluvias sobre hojas o techos de láminas zinc o tejas de barro o sobre el dominio de los hombres. A veces se reflexiona o se sueña. Y aparece un pan dulce o de sal y un café o atole calientito.  O se escudriña en vano afán en el intento de saber sobre el destino o del pensamiento de Dios. Cuando se escribe se hace el trabajo del bolero para sacar brillo a las palabras. Cuando se escribe no se sabe sobre la vuelta de la esquina. Volteretas o contorsiones son. O artista del trapecio sin red de protección. Cuando se escribe nunca se está en solitario.

Aniversario

No es el poema la belleza, es tu lectura que haces de él. Tampoco es el esplendor de la flor rosa por si, en su año adelantado, es el ojo admirado. O las flores silvestres que se muestran tan así, sencillas, bellas. Y el cenzontle, con sus mil voces. O el libro que contiene el poema de siempre. Y el niño que lleva a su casa agua desde lejos. Y esa flor del nopal entre lo agreste y la espina. O el malabar del malabarista. y la risa causada en el recuerdo del anciano Y el acordeonista con su música francesa. O el sonido del violín solitario por la tarde, o el sax. O la luna en sus fases y las miradas bobas que la atrapan. Y las luces de auto que se abren paso entre la oscuridad de la noche. Y la película con sus rayas de tigre y fría de nieve de limón. Palomitas. Y el niño en el inicio de su aventura de leer que descifra letreros comerciales.Y ese rosa y el adolescente que la corta para llevarla de regalo en un aniversario. Aniversario, la nada en el universo, inmemorial e indiferente. ...

Café y crucigrama

Eterno ver y ser, hasta ahora.¿El canto de los pájaros está en ellos? La voz del hombre, sus ideas ¿están en ellos? Y las sonrisas y los pasos, ¿son de su peculio, su albedrío? No son raras las preguntas. Apenas un motivo para escribir. Escudriñar en la arena, escribir en el agua. ¿Y si bailamos? El ritmo va acorde a las miradas o entrecerrar los ojos? ¿Quién los armoniza, sincroniza? ¿Y ese adelantar la percepción del tiempo en el floreo del macuilis? ¿Y los pasos del hombre entre los cuatro puntos cardinales? ¿Las preguntas vienen solas y en cascada? O es apenas una forma de dale uso a los signos.  La sangre fluye indiferente de la vida. ¿La vida es una fórmula más del movimiento y del devenir? No lo sé. Tomo un café, resuelvo un crucigrama.

Imán

Imán, conjunción en  tiempo y distancia. Química, donde confluye y sintetiza naturaleza y cultura. Imán, constante y progresivo conjunto de imágenes, donde están  mirada y memoria. El norte y sur, imán. La sangre a golpe y galope, retumbando en tam tam. Imán. El fluir del agua al expandirse, y al bajar de la montaña, imán. El polvo mezclado y las partículas suspendidas, pompas de jabón. Las figuras de las nubes, el viento y la marea en su eterno sube y baja. El despertar y atraer el pensamiento e imaginar el aroma de la flor. Imán.  El buscar la aguja en el pajar y encontrar allí el poema. Las mil y una noches y días vividas en prosa y verso. El texto inconcluso de Borges escrito en números romanos. Ese rostro acariciado. Imán que está en tí, en mí, en ese coincidir deletreado del nosotros.  

Haz de luz

Un haz de luz es como un puñal con mucho filo para la oscuridad. Eso sucede, a veces, y a veces siempre. La oscuridad convoca duendes y fantasmas para afrontar al enemigo brillante. Sin embargo al final queda cada quien en su espacio. Lo siniestro queda en la oscuridad, allí pertenece, es su génesis, esencia y motivo. Descubierto queda por el breve pero intenso haz de luz. Albricias, la luciérnaga.

Chile

Una buena tarde se impone el chile, sin más. Como para dar la nota en el periódico del humor. Como para recordar que el amor existe entre los puntos y seguidos y los paréntesis. Burbuja de jabón. palabras dulces. Olor a hierba. Tierra mojada. Y así, previo a sonrisas, el chile escapalado, como disfraz o antifaz del dragón que somos, aparece con la flama que madura. Traguitos de agua apagan fuegos. Presente queda el recuerdo de mañana. Y a sonreír como niños que hacen maldades para luego tomarse de la mano. Y a otra cosa mariposa.

Ciego

Lo vi. Los ojos al vacío, sin mirada. Pregunté  la razón de su ceguera Y con una sonrisa grande dice: no quedé ciego por mirar todas las noches la luna. Quedé así porque nadie nunca coincidió conmigo.

Luna

Entre la gran oscuridad, como esperanza, la sonrisa amplia de luna.

Atroz

Domingo atroz. Sin llama ni luz. Vacuidad en sus horas, vanas. Y no es asunto externo. Es el yo, de por sí esperanzador. La oscuridad de la caverna, la misma de siempre. La sonrisa ayuda, y el amor. Domingo en el que uno se asoma a la ventana y ve afuera todo normal  para los normales. Las mismas contradicciones que solo yo veo y tu. Cada día con su afán y bemol. Y en lucha personal, el ser. Oigo canto de pájaros. Albricias del lunes y la posibilidad de la vida.

Bala perdida

Yo, soñador. Jurisconsulto en todo y nada. Decreto lo que fui y soy. Por definición en tautología o redundancia. Bala perdida.  Desde infante por no querer comer. Y arrancarme la costra seca de los granos. Y salir a caminar, sin ton ni son. Robándome manzanas, toronjas y duraznos; la flor.  Espiador de mujeres, desde chico. Lector de poemas. Y todo por la absurdidad del ser. Oveja negra, bala perdida, me marcaron, sin razón en un principio, mas después bien merecida. Mira que hacer llorar a la mamá, por nada y todo. Que torear a los carros, "niño cabrón". De guiñar ojo a las niñas desde la primaria, desde ya enamoradas. Y seguir sin reflexionar que la vida es oportunidad, para ser útiles y para qué. ¿Como? Soñador de ir en contra del orden y del mandato del poder. ¿Y por qué? ¿Y la libertad? ¿Y no que todos somos iguales? Y sentirme un ser infinitamente superior (a nadie) a mi pequeñez, solo eso, nada mas. Y leer sobre la grandeza de cuando se tiene conciencia del ser. Así h...

Fin

1 .-La historia sin fin tiene fin, cuando termina. Como los amores eternos que duran un mes y horas. En las esquinas a oscuras. En los parques. En los autos por carretera. Sin fin, el fin. Mano con mano, las caricias. La historia se escribe en otra parte.  Cierto es que escribo sin escribir. Una linda canción, amapola, lindísima. Otra canción, enamorada. Y otra más. Y al final. El fin. Como en las películas antiguas, cuando al final de la secuencia, el cartón de Fin. Es una historia sin fin. 2.- De madrugada al despertar, la pesadilla. De no saber. De saber. Que es lo mismo, al final. De la chistera el mago saca un conejo. Qué fijación por meter conejo en toda historia. Pero el mago sale y se va. Le espera la vida real, fuera del circo, al fin. 3.- Asuntos de microhistoria, del tú y yo, el ellos y nosotros. Lo cotidiano donde se construye con pequeños actos el existir del hombre y mujer. Escribe un poema, señor. Sonría por favor, para la foto. Por 100 pesos le hacemos su caricatu...

Encarnación y Ramona

Encarnación y Ramona son, quienes  me hacen los mandados, y son de buen ver; a saber, que lo que ordeno para ellas realmente una invitación es. Y me ordenan también, en esa reciprocidad: no mires hacia atrás, escribe, escribe, escribe, ven, haz memoria. No me piden, no me exigen, simplemente la atención, de mirarlas, como son, escucharlas, comprenderlas, y mimarlas, orden e imaginación.  Recordarlas en memoria, como fuera el caso que no estén. Poco es en realidad lo que persiguen, los momentos de atención y con razón. Saben del destino que me toca, de ser aluvión en ocasiones y en otras mar adentro, al filosofar, sobre el rumbo de los vientos, y el devenir. O caer, caer. Y dentro de mí, me alientan a subir, a seguir. Imagino las murmuras de la gente cuando me ven (o me imaginan ver) con una u otra. O con las dos, en ocasiones, en el tren; donde en el viaje duermo y ronco, molestando a los demás, con la baba y ronquidos. Muy atentas, serviciales y dispuestas a la acción. Son de...

Jugo

Oigo una canción que suena a pasado; ritmo de cueva. Este procesador de palabras es memoria de lo que fue y no será; es parte de un museo de máquinas que duraron una brizna de tiempo; logos de los tiempos idos. Imán de resistencias. Los libros echamos a la hoguera y la luz nació purificada, nostalgia de la palabra. El hombre es sólo un recuerdo vago de la infancia, resistiendo el tiempo con argucias como poemas petrificados. En la maleta cabe savia y esperanza con ramitos de olvido. El mago de la historia saca de su chistera un conejo que no conoce zanahoria. Y la maga pide libros, más libros, más libros. Jugo de zanahoria.  Savia.

Insomnio

El insomnio es la reverberación del alma. Es como esperar en la madianoche o madrugada que nos den la fórmula para saber lo que significa la vida y el desencanto de los hombres. Nadie hay, nada. Nunca digas nunca. Imperios se derrumban por priviligiar verdades. No haré más otra cosa. Hoy y siempre la victoria con la frente en alto. En el insomnio la luna más ya no es luna. Y desaparece el hombre. Y se siente chiquitito el corazón y ni se diga el alma.

Habla verdad

Habla verdad, y los ojos te quedarán vacíos en cuenca; la piel será quitada centímetro a milímetro. Nada quedará de piedra sobre piedra. Es natural. Es humano y simple. Decir verdad es como enfrentarse a un espejo donde no nos vemos; somos nada. Es como lanzar al aire el cometa y esperar que se sostenga solo, y cortamos hilo. Verdad es el humor acuoso e inasible de los dioses; es orear nuestras vísceras para consumo de los perros. Corrosiva,  metal tenaz, sulfurada,  la verdad esgrime cuentos de mentira, para parecer tímida entre el mar de realidades. Asomo la cabeza y asumo las palabras. La idea era eso, la confianza. La maestra ordena con buen juicio: no lo vuelvas hacer diez mil veces, escribe, para que aprendas. El niño sueña pesadillas en insomnio. Además en boca cerrada no entra mosca. Aprendido está. Nunca más el parto de los montes, con la verdad.

Sorpresa

La cajita  feliz, donde acomodamos sueños y recuerdos, la abrimos cada vez que nos cercan los fantasmas y la nostalgia nos abraza amorosos, y de pronto aparece la sorpresa del nuevo libro imaginado con la historia también imaginada y un beso añorado y luego real, y los abrazos donde decimos todo o casi, para señalarnos el camino, y las fotos aquellas escondidas antes en el baúl o ropero, y madre o padre, y la tía de rostro bonachón, y las cartas donde pusimos el alma, sangre y corazón, con letra rodondita o alargada, con una gota de perfume, ah y la pluma roja, la que escribe sola sobre historias de la vida, entre ellas las del romance y esperanzas o sueños. Y cabe bien acomodado todo lo que la imaginación nos dicta, un cancionero y el Sabines tantas veces leído hasta con lágrimas y hojas secas entre sus hojas. Y el dibujo de corazones con crayola de los niños que fuimos y seguimos con el juego del guiño a la vida. Y tu sonrisa o voz. Un buen día la sorpresa del beso de tornillo co...

Ese Cioran

El tema ronda, entre pájaros y ramas secas (entre ellas unos brotes de hojas), y no sé si escriba pájaro  o nubes. A veces es fácil escribir ajedrez y de allí escudriñar datos reales del universo, o afirmar que la tortuga alcanza al fin el ritmo requerido para su vida. A veces es mejor guardar silencio y dedicarle el tiempo a hojear libros y saborear el café. Cito la primera linea de un lugar de la mancha para despertar los sueños que duermen tranquilos y los despierto con gritos que reflejen al Cioran ( Amor es ese afecto desengañado que sobrevive tras un instante de baba)  que todos llevamos dentro. Tomo un limón y lo exprimo. Me preparo la conocida bebida ácida. Despierto por dentro. Es entonces que esbozo una sonrisa. Hoy guiña el sol. Y es lotería ojos cuanto te ven y corazón que te siente.

Estornino

Cuando se camina, es de nobles saber, porque nobleza obliga, que vendrán fatigas y tropezones con las piedras. Y más cuando el camino es cerrada por maleza y se viene desde lejos. A veces descansar, nunca desfallecer, es bueno.  Y reír, mucho, hasta que duela la barriga, porque luego prepararse porque aparece un muro, en ocasiones, no lo dudes, que es bueno derribar, a veces, o darle la vuelta, por el ojo de agua, ya se sabe, vida, significa. Y aprovechando al paso de ese muro, pintar murales (de ensoñaciones ancestrales y de futuro, como un niño en la pobreza, o algo así, donde pueda apreciarse la belleza del vivir) o graffitis, para que  haya constancia de nuestro paso por el Valle. Y utilizar la piedra para el descanso y seguir. Lo sé, que el camino es sinuoso. Que las reformas nacen día a día. Que el amor se viste de señora.  Lo sé que nunca se repiten los minutos. y decir que nadie se baña en el mismo río. Y da frío solo pensar en eso, sobre todo en el invierno. Filo...

Tigre y nieve

Las rayas de aquí, mi piel. Y esta fuerza felina. Parece que hay un dios dentro, de lo natural. Y los niños me miran en la jaula. No soy yo, por supuesto. Es el tigre que se esconde por no perecer bajo la nieve que cae, inaudita. Y salen chispas de la nieve, que fresco, que flor. Y anida el guiño apacentado, y la mano encuentra su rumbo natural de la caricia. Conspira el hiperbaton hasta no ya, decir. Yo escribo mirada con la mirada, no con las palabras, que se viven y son apenas vislumbres del sol que renace en ti, donde andas, y ando, como decir caminito o caminar. Sorbo el agua natural, y me acerco a la laguna y ofrezco la imagen que soy a la imagen que miro. No sorprende la nieve que veo. Siento calor.

Canción de amor

Voy en el metro o camión, depende la ocasión y el dinero; y miro a la anciana riéndose y al niño con su manzana; una chica con su ipod ignorando a los demás, entonando una canción mientras toma de la mano a su novia de buen ver. Yo hojeo un buen libro mientras escudriño con el rabillo de ojo la falda roja, ese color. Y luego camino en la alameda y miro a la seño del perrito que saca a pasear, y al poeta que dicta versos sin esfuerzos, y al pintor que dibuja caras donde nadie se parece, por cien pesos, por mil un poco mas. Y la abuelita se persigna enfrente de la iglesia. y es cuando la muchacha se escapa para recibir la carta del príncipe feliz que la ama y se lo dice en papelito arrugado y amarillo, y la rapta un ratito, para el beso. Y al oido que la ama y extraña. es un decir, una historia interminable como en los cuentos de los Grimm.

La tarea

"No lo vuelvo hacer", cinco mil veces escriba. Y estuvimos machacando, mashaquita, con el lápiz amarillo hasta sacar ampolla de los dedos por la gracia de reír sin control durante la vida. Y en los sueños se repite la historia de la maestra con la mirada tierna acariciando la cabellera hirsuta de los niños y afirmando generosa y alentadora, con esa sinuosidad en su pensamiento juvenil: y habrán, jovencitos, de ver, que la risa es buena, pero suelten a sus sueños para que sean hombres y mujeres de bien. Y nos lo decía repartiendo caramelos y besitos chocolates en el Día de Reyes. Donde quiera que estés, ya sabanas que el recuerdo me alimenta en las noches solitarias en las que el insomnio y la memoria sostienen el vuelo del colibrí. Es un decir, hacer tarea, de palabras hilvanadas es un gusto, a sus órdenes, maestra.

Siempre como entonces

Amanece o anochece, es el crepúsculo, y la canción se escucha como al oído: así, enamorada. Y los días de siembra y siega.  Y a otra cosa, como el violín o la mandolina bajo el ciprés. Uno sabe del rocío de las mañanas; de la luz que busca hacia adelante en la neblina; del cielo que dibuja estrellas, nubes o lluvia; del soporte de la sonrisa en la madrugada o entre sueños; del mecanismo en el que aparecen los juegos de la infancia. Siempre como entonces, los desvelos tienen un sentido. Y fue cierta la sincronía de efectos, en tiempo y circunstancia, algo de azar, para coincidir en calle saudade. Es grato saber que, aún sin palomitas, sigue la película de la vida, donde se detalla el eterno rumor de olas. Como entonces las cartas en botella al mar, que es la vida, llevan fielmente la crónica del estar. Sí se yo: T anto como entonces,  siempre hasta morir'

Rotundamente

Feliz rotundamente. Lleno de aire mis pulmones a discreción. Lo siento, y lo expulso lento. Y río. Qué mas.Vida. Abro los ojos y me lleno de luz: colores saturados y más, como la reverdecida hoja y la sangre transgresora. Oigo los cantos de los pájaros, y el aleteo del colibrí. Y el arcoiris miro, detenido, en esas lineas curvadas de colores. Reboto la pelota en la cancha y hago canasta desde quince metros. Y aplausos. Y la orquesta del karaoke fiel me acompaña en mis canciones. Que si nos dejan y caminito donde la vida no vale nada. Sin tu latido. Se repiten las historias. Hay un banco donde el robo, redundante, se hace sin detenerse en el fastidio de lo ético. No meta monedas  a la alcancía ni las tires al estanque del deseo. Larga vida, dice la gitana, y para promover la paz, hagamos más camas. ¿Dónde he oído eso? Hermanos de la cebolla y del ají, bienaventurados, hoy. Hay fiesta en mi. Se requiere la mirada en alto. Ah, y el amor, el amor.

Aleluya No. 6 (es porque existes)

Autor: Luis eduardo Aute) Si aún surge del desaliento el aire de una canción, si todavía algún príncipe duda entre el trono del rey o la ley del talión, si aún arde el último clavo que despidió el hormigón, si todavía hay alguna bandera que tenga por patria ninguna nación... ay, amor, es porque existes, aleluya, aleluya... Si aún tienen rabo las nubes que duermen en el desván, si todavía hay quien sepa que "escrúpulo" no es un parásito del alacrán, si aún son los besos de Circe la causa del talismán, si todavía es el fruto del árbol del bien y del mal un atávico imán... ay, amor, es porque existes, aleluya, aleluya... Si aún se persigna un suicida antes del salto mortal, si todavía la carne de la soledad se perfuma con flores del mal, si aún no ha domado la Bestia el alma del animal, si todavía aletea algún pájaro dulce entre tantas estatuas de sal... ay, amor, es porque existes, aleluya, aleluya... Si aún no soporta el vampiro no verse ...

Coincidencias

Ni posdatas ni finales impiden un buenos días, luna, buenos días señor sol. Una corriente fuerte impera por sobre todas las cosas. Por ello se han escrito tratados.  Y poemas. Por ello resplandece la luciérnaga en la oscuridad. Y en las distancias se mitiga el dolor. Hay ausencias que son definitivas. Y las que no lo son. Hay razones suficientes que motivan a lo sublime. Lo escribe el poeta. Cursi. Coincidencias en tiempo y geografías para el encuentro. El amor.

La belleza (tú)

La belleza (tú) y su reverso la medallano propuse otra batalla que librar al corazón de ponerse cuerpo a tierra bajo el paso de una historia que iba a alzar hasta la gloria el poder de la razón y ahora que ya no hay trincheras el combate es la escalera y el que trepe a lo mas alto pondrá a salvo su cabeza Aunque se hunda en el asfalto la belleza... Míralos, como reptiles, al acecho de la presa, negociando en cada mesa maquillajes de ocasión; siguen todos los raíles que conduzcan a la cumbre, locos por que nos deslumbre su parásita ambición. Antes iban de profetas y ahora el éxito es su meta; mercaderes, traficantes, mas que náusea dan tristeza, no rozaron ni un instante la belleza... Y me hablaron de futuros fraternales, solidarios, donde todo lo falsario acabaría en el pilón. Y ahora que se cae el muro ya no somos tan iguales, tanto vendes, tanto vales, ¡viva la revolución! Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo, ese viaje haci...

De alguna manera

De alguna manera Luis E. Aute. De alguna manera tendré que olvidarte  por mucho que quiera no es fácil ya sabes me faltan las fuerzas, ha sido muy tarde  y nada más, nada más, apenas nada más.  Las noches te cercan y enredas el aire  mis labios se secan e intento besarte  que fría es la acera de un beso de nadie  y nada más, nada más, apenas nada más.  Las horas de piedra parecen cansarse  y el tiempo se peina con gestos de amante  de alguna manera tendré que olvidarte  y nada más, nada más, apenas nada más.