Rotundamente
Feliz rotundamente. Lleno de aire mis pulmones a discreción. Lo siento, y lo expulso lento. Y río. Qué mas.Vida. Abro los ojos y me lleno de luz: colores saturados y más, como la reverdecida hoja y la sangre transgresora. Oigo los cantos de los pájaros, y el aleteo del colibrí. Y el arcoiris miro, detenido, en esas lineas curvadas de colores. Reboto la pelota en la cancha y hago canasta desde quince metros. Y aplausos. Y la orquesta del karaoke fiel me acompaña en mis canciones. Que si nos dejan y caminito donde la vida no vale nada. Sin tu latido. Se repiten las historias. Hay un banco donde el robo, redundante, se hace sin detenerse en el fastidio de lo ético. No meta monedas a la alcancía ni las tires al estanque del deseo.
Larga vida, dice la gitana, y para promover la paz, hagamos más camas. ¿Dónde he oído eso? Hermanos de la cebolla y del ají, bienaventurados, hoy. Hay fiesta en mi. Se requiere la mirada en alto. Ah, y el amor, el amor.
Larga vida, dice la gitana, y para promover la paz, hagamos más camas. ¿Dónde he oído eso? Hermanos de la cebolla y del ají, bienaventurados, hoy. Hay fiesta en mi. Se requiere la mirada en alto. Ah, y el amor, el amor.
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