Tigre y nieve

Las rayas de aquí, mi piel. Y esta fuerza felina. Parece que hay un dios dentro, de lo natural. Y los niños me miran en la jaula. No soy yo, por supuesto. Es el tigre que se esconde por no perecer bajo la nieve que cae, inaudita. Y salen chispas de la nieve, que fresco, que flor. Y anida el guiño apacentado, y la mano encuentra su rumbo natural de la caricia. Conspira el hiperbaton hasta no ya, decir. Yo escribo mirada con la mirada, no con las palabras, que se viven y son apenas vislumbres del sol que renace en ti, donde andas, y ando, como decir caminito o caminar. Sorbo el agua natural, y me acerco a la laguna y ofrezco la imagen que soy a la imagen que miro. No sorprende la nieve que veo. Siento calor.

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