Siempre como entonces

Amanece o anochece, es el crepúsculo, y la canción se escucha como al oído: así, enamorada. Y los días de siembra y siega.  Y a otra cosa, como el violín o la mandolina bajo el ciprés. Uno sabe del rocío de las mañanas; de la luz que busca hacia adelante en la neblina; del cielo que dibuja estrellas, nubes o lluvia; del soporte de la sonrisa en la madrugada o entre sueños; del mecanismo en el que aparecen los juegos de la infancia.
Siempre como entonces, los desvelos tienen un sentido.
Y fue cierta la sincronía de efectos, en tiempo y circunstancia, algo de azar, para coincidir en calle saudade. Es grato saber que, aún sin palomitas, sigue la película de la vida, donde se detalla el eterno rumor de olas. Como entonces las cartas en botella al mar, que es la vida, llevan fielmente la crónica del estar. Sí se yo: Tanto como entonces, siempre hasta morir'

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