También me acuerdo de un gatito, del abrazo de mi madre, del cruce en el río bravo, de un camión en carretera en viaje largo, de un paisaje que pocoa poco se fue difuminando, de la llamada de Dios, como si nada, de una flor nenúfar con su brillo, del lado oscuro de la luna, de una pluma que me gusta mucho, de una carpeta corrugada y vieja por el tiempo, de una voz en el oído, de un beso bajo un sauce, de la arena húmeda y canción lejana. También me acuerdo de la voluta de humo en una fotografía de mi padre, del callejón donde caminé descalzo, del mar chiquito de los juegos, de la monstrua de la laguna que terminó con mi inocencia, del mismo gato que creció, pero era un perro, de la maestro de mis clases de inglés, cuando el otoño, de la marimba abandonada, del teatro vacío o lleno, de una mirada, flor, nostalgia. Me acuerdo también del sueño de futuro que no se borra y me acuerdo de ponerle agua a la planta.