Es la usura

Es la usura la culpable, claro. Imaginad la industria de las armas sin guerras. O la industria  farmacéutica sin enfermedades. O la poderosa industria del alcohol sin bebedores. De eso se trata, entonces. Ganar, ganar, acumular. O la industria del entretenimiento en Holliwood sin lo cursi, ni lo banal. O la industria de la belleza sin los egos. O la industria de las aguas simples  sin los modelos de belleza.

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