Los amigos
¿Qué haría sin amigos? Tan distintos en la variedad. A Silencio, cuando viene, casi no lo reconozco. Siempre que tiene oportunidad no me deja hablar. Y lo ausenta Ruido, que por todas partes va muy dentro de mí. Soledad quiere estar conmigo, se empeña en acompañar, con ese sentir canalla de necesitar. Amor se presenta rara vez, y viene con el rostro de totalidad, algo así como lo eterno del cigarrillo en compulsión. Ríe Amor aliado con Cupido, qué complicidad. La Humildad viene con doble cara, en donde se encubre este maldito ego de tener. Otro rostro, Otro cuerpo. ¿La máscara, dónde está? Quiero mucho a mi amigo Ser, que quisiera filosofar. Y busca con quién. Mas la rima lo sublima, por la facilidad. Mi amiga Hada suele presentarse disfrazada de chispa, de oruga y de liviandad. Vuela en la nube. Anida en las alas. Lo mismo monta en el cuerno de la luna, que en el perro o la res. Como adormidera suele hacer soñar. Y mi amiga Musa, qué difícil es, bipolar, se ausenta y solo de vez en cuando se posa en esta hoja de ausencia. Cuando le pongo cadenas, se vuelve invisible y se va para en ningún lugar estar. Una de las amigas presentes siempre es Vanidad, quiere cambiar el color de piel, bolear el zapato izquierdo nomás. Qué ojos. Qué pelo. Qué auto. Ojos que no ven. Y pare usted de contar. Sin amigos nada se hace. Eso lo afirmo siempre, en acuerdo con mi amiga Verdad.
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