Ayer

Jueves ayer me fui de mi mismo en huida. Salí para verme en lejanía y reconocerme. Y me reconocí polvo, piedra, musgo, limo. Fui lento para ver con parsimonia mis horas en el tiempo antiguo. Y algunos datos borrados ya por la memoria temporal, que nos acusa. Salí sin brincos ni sobresaltos del corazón o lágrimas responsivas. Mis ojos siderales dieron la media vuelta y encontré en mí tu risa, tu mirada, tus palabras, ah y el olor de esa tu flor nenúfar.

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