Eramos críos
Éramos críos, el pasado. Me preguntan ahora ¿Y Marissa? Y viene a mi memoria una chica pelirroja, más sauna que delirio, y ella hizo felices unas tardes, cuando nos encontramos solitarios. Tomábamos el autobús casual por las tardes, para ir a un domicilio del centro de la ciudad a tomar clases de inglés. Era linda y allí en el autobús teníamos nuestras citas clandestinas, a la mirada curiosa de muchos. A veces coincidíamos en asiento, o yo parado literal junto a ella sentada. Y era en mí un delirio sentir su fragancia de adolescente cerca, y mirarme en sus ojos celestinos. Y nos mirábamos ambos y reíamos. En la clases de inglés no aprendí mucho por payaso, pero era muy grato de soslayo o frente detenernos en nuestro tiempo.Apenas cruzamos dos o tres palabras, pero miles de miradas que traen a mi recuerdo el mar junto a Marissa. Éramos críos de doce y en penumbra el destino de la tarde. Donde andes, mar. Tu recuerdo hoy, en este medianoche. Cantan los grillos en sutiles promesas baladíes de los tiempos.
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