Explicaciones

Mis padres me explicaban a su manera sobre mis preguntas ocurrentes. Sobretodo en esa edad de la primera infancia: ¿Por qué llueve? ¿De dónde viene la vida? ¿Quién alimentaba de niños a Adán y Eva? ¿Qué hay después de la muerte? Y callaban muchas de las veces. Años después los maestros me dieron respuestas a preguntas que nunca les hice. Y yo ahora me hago mis propias preguntas en el centro de la noche. Y antes de tener respuestas ya tengo nuevas preguntas. A dónde caería la luna y la tierra en caso de caerse. O de otro modo: quién las sostiene, bajo qué fórmula de tensiones encontradas. La sierpe dulce del conocimiento se come su propia cola. Miro a mi alrededor. Hay un vacío fantasmal donde andamos en grupo todos solitarios. La caverna es mi único refugio. Y el misterio del libro de poemas oculto. No se sabe.

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