La tristeza

A la tristeza me la envuelve para llevar. Guardada en bolsa de cierre hermètico. Para que no escape. Suelta hace estropicios en las almas. Y deja un sabor como azúcar quemada. Que duele en el paso de las horas. A veces es necesaria. Surge un verso de nostalgia. O la canciòn completa. De cuando gritan ay dolor me matas. O acaso en reflexión de qué es la vida. No lo sé. Mas llega a cansar si no se le controla. Preciso por eso. Envolverla. Y sin miedo saber conducirla. A la tristeza le debo una copa. Para brindar por la alegría. Pasada o presente. A la tristeza le debo palabras de aliento. Que le ayuden a bien morir por días enteros. Siendo necesaria como es. Para poder valorar los momentos de alegría. Aquí, por ejemplo, me pongo a cantar. No confundir, por cierto, tristeza con soledad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam