"Nací en un rinconcito cerca del mar"

1. Gozo las charlas porque somos las palabras que decimos. Esta vez fue en la cabina de televisión de la Universidad Tecnológica de Tabasco. Héme allí frente a un micrófono. Y ante la sonrisa y palabras de Verónica Madrigal Rivera. Y empezamos a platicar, de inicio sobre quién soy. Agradezco, sin duda la invitación. Porque es ocasión de echar a volar el recuerdo ayudado con la imaginación, sobre este mi trayecto que ha sido largo, pero emocionante. Si la vida es bella, no me puedes quejar de ella (lo digo con rima). Y empiezo por decir mi edad, orgulloso de la vida. Y mi lugar de origen, que es Matamoros, Tamaulipas, en la frontera Noreste, de este lado del río Bravo.

2. Cuando me invitan a entrevista siempre me preocupa que no esté a la altura de las expectativas. Y a veces pido por anticipado el tema, y de ser posible el acordeón de preguntas. Pero esta vez me dije no. Que fluya natural la plática, como cuando está uno tomando café con amiga o en la sala de la casa como un plática entusiasta. Así que me pareció excelente la manera como Verónica creó el ambiente de diálogo, que facilita el flujo de las ideas, y de manera natural hay sonrisas y ganas de seguir platicando, esperando que los minutos sean más largos.

3. La UTT es una de las universidades importantes de Tabasco. Todas son muy distintas y tienen su particularidad. Hace como doce años asistía yo a este lugar por unas clases a distancia que recibía junto con un grupo de doce compañeros. Las clases eran relacionadas con periodismo y medios digitales, y las impartían maestros de la Universidad de Chihuahua. Cada vez que llegaba a la UTT admiraba sus bellas y pulcras instalaciones, sus amplios jardines, sus edificios, todo bien planificado, me decía parecer como que eran instalaciones de cualquier universidad francesa.

4. ¿Cómo llegué a ser maestro de escuela? ¿Cuáles fueron mis impresiones en mi llegada a Tabasco viniendo de un lugar completamente distinto? ¿Por qué la lectura es importante? ¿Cómo me hice lector? ¿Cómo empecé a escribir? Y así se fue desgranando la plática. Y era buscar en mi memoria recuerdos de aquellos tiempos, de mi aventura a los veinte años. ¿Y por qué fue a Tabasco y no a otra entidad? Y sigue el flujo de la plática, con la emoción evidente.

5. La calidez del ambiente lo construye quien entrevista. Y eso lo hago patente en la Maestra Verónica. Fue conduciendo la plática como un vals que luego pasa a un tango, por la coordinación del ritmo en la secuencia de ideas. Uno se deja llevar, pero es por las preguntas que van surgiendo de la plática misma. Yo nací en un rinconcito del mar, en mi Matamoros querido. Y estudié la Normal porque era carrera corta, por consejo de personas mayores que me preguntaron sobre mi destino y yo les dije ingenuamente que estudiaría Filosofía y Letras, que no sabía lo que ello significaba, pero la Normal se estudiaba por cuatro años luego de la secundaria así que antes de cumplir los veinte yo era flamante maestro de primaria.

6. Y como era escuela particular sin afanes de lucro, es decir no tenía dueño, sino patronato, no tenía el Estado a darnos plazas, como lo hacía con las normales estatales y federales, pero el maestro Manuel García Costilla, que tenía mucha experiencia, había sido director de la n+Normal rural de Atequiza, Jalisco, y por sus relaciones conseguía plazas con la SEP, y esa ocasión le dieron plazas de Tabasco, Chiapas y Oaxaca, y no hice un volado para ver cual el azar me deparaba, sino que pregunté con algunos maestros, que me recomendaron escogiera Tabasco, por ser entidad pequeña, cuyas escuelas están apenas un poco más de una hora de la cabecera municipal, a diferencia de los otros dos estados ue tiene escuelas tan lejanas que se llega a caballo luego de más de diez horas y algunos lugares se llega en helicóptero o avioneta.

7. Llegar a Tabasco fue una premonición adelantada dos años antes, cuando el grupo hizo una excursión de Matamoros a Cancún, con nuestro asesor el maestro Mauro Rodríguez, y pasamos una madrugada de agosto por la ciudad de Cárdenas y vimos refulgente en la oscuridad los mechones de pozos petroleros, como si fueran revelaciones como adelanto de futuro para algunos de nosotros, que no teníamos familiares maestros, ni supervisores o líderes sindicales. Varios de esos muchachos de 18 años llegaron dos años después a Villahermosa a empezar su carrera que les dijeron era corta y fue larga en mi caso que ha durado 43 años.

8. ¿Y la lectura? Desde la primaria me gustaban del libro de español algunos cuentos y poemas. Luego en la secundaria tuve excelentes y motivadores maestros de español que organizaban concursos de declamación individual y coral, y dichos concursos los hacían delante de todos los alumnos, lo cual así debe hacerse porque los que escuchan logran apreciar los mensajes de los poemas, y se les crea el gusto por esas lecturas, oyendo a los participantes. Ahora cuando voy de jurado les digo a los organizadores que es conveniente que se hagan frente a todos los alumnos, y no en un salón cerrado, como muchos acostumbran, pero no se logra el objetivo. No es educativo preparar a un alumno, ni tampoco que entre ellos se escuchen. Es necesario que sea una fiesta de palabras y emociones con los poemas, y que la disfruten los que escuchan y los que participan.

9. Lector sí, desde la primaria y secundaria, pero ya consciente lector lo fui en la Normal, porque tuve un compañero de otro grupo que era nuestro líder, lector con experiencia y leía de todo, sobre todo de filosofía, historia y literatura, y tenía desarrollada la habilidad de las palabras, tanto escritas como en la plática, y la de hablar  en público en asambleas. Y él nos motivó a leer regalándonos libros. Nos motivó con el ejemplo y con la aspiración nuestra de querer desarrollar esa habilidad que él tenía. ¿Su nombre? Òscar Eligio Villanueva Gutiérrez, recientemente fallecido.

10.. ¿Y la escritura? Ah, yo quería escribir desde niño, porque en esa región norteña se escuchan muchos corridos, que son historias de personas, escritas en versos de ocho sílabas. Y yo intenté escribir algunos pero nunca pude. Pero seguí siendo lector, y cuando estaba estudiando Ciencias de la Educación en la Universidad (UJAT), coincidió en el grupo Teodosio García Ruiz, que era considerado el infante terrible de la poesía tabasqueña, y a quien recientemente le habían publicado su primer libro "Sin lugar a dudas". En una fiesta del grupo coincidimos silla con silla sentados los que no bailamos, y en la plática de temas afines con libros y literatura me preguntó que si yo escribía, le dije que no, y me dijo que parecía que sí, por lo que platicábamos. 

11. Y ese fue el aliciente para el domingo siguiente ponerme frente a la máquina Olivetti Letera 70 y soltar de una sola sentada texto de diez páginas, los cuales leí cuatro días después, le hice correcciones, se los llevé a Teodosio, y vi que se iba riendo mientras los leía y los publicó en el "Pochitoque aluzado", pagina cultural que él coordinaba en el periódico "Clarín", de Guillermo Hübner, decano del periodismo tabasqueño. Y de allí, de manera intermitente, he ido escribiendo hasta ahora que le dedico tres horas diarias de 6: 30 a 9: 30 de la mañana, sin fallar, sea domingo, días festivos, llueva, truene, o ande de vacaciones.

12. También comenté sobre la manera de promover la lectura libre en las escuelas, la importancia de leer, que amplía nuestra capacidad de comunicarnos porque adquirimos cada vez mayor cantidad de palabras. Al maestro lector se le facilita el trabajo en el grupo y se le van las horas de la jornada muy rápido. Y que en la escuela de educación básica donde no se promueve la lectura de goce, que es esencialmente la literatura, no está cumpliéndoselas con su función alfabetizadora. Y la anécdota de Alicia, una niña de primer grado de primaria que sabía curar las verrugas, y que en 1983, con una savia de planta me quitó una que yo tenía en el índice de la mano derecha, que me daba pena porque al saludar las personas se daban cuenta que la tenía, y la ocultaba yo con un curita.

13. ¿Un mensaje final a la audiencia? Reflexionar que la vida es fugaz y breve, aunque de jóvenes nos parece casi infinita. Una de las características de los seres vivos es morir y nosotros somos seres vivos y hemos de irnos. Así que aprovechemos la existencia que tenemos, procuremos fortalecer la amistad y el amor que son dos de los motores que mueven a los seres humanos. Cerramos  el programa con esas palabras. 

14. Y fuera del aire seguimos platicando, ya junto con el Lic. Bardo. Comenté de mi amigo Óscar Eligio, de cuando estaba en sus días finales de vida a causa de un cáncer  muy agresivo en el estómago, y  nos recibió a ocho de sus amigos de la Normal y Universidad, en su casa en Monterrey. Y fue una emoción indescriptible, sabiendo sin decirlo que nunca más lo veríamos con vida. Y le agradecí, abrazados y él llorando de alegría, por todo lo que hizo por mí inculcándome ideas y el hábito de la lectura. "Lo que soy es gracias a ti, le dije. Y me preguntó sobre a qué me dedicaba ahora de jubilado. "A escribir". ""Y qué escribes?" "Textos culturales". "Ah, que bien. te dejo de tarea que escribas una novela donde todos sus personajes Sen buenos". En fin que me despedí de Verónica y Bardo, con esos recuerdos, en el momento que estaba entrando humo en mis ojos. Y les agradezco la invitación para ir a platicar.





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