Escribir en qwerty
Escribir en teclado qwerty
1. Años que escribo en computadora. Antes en máquina de escribir. El teclado es el mismo, llamado qwerty, cuyo nombre lo toman del acomodo de las letras. Y este dicho acomodo se hizo de acuerdo a la frecuencia de uso de las letras, para evitar se traben al llegar a la hoja. Claro así quedaron, aunque ahora no se traben porque no son mecánicas.
2. Por razones de prisa dejé mi portafolio con mi computadora en la oficina donde trabajo. La razón es que a la salida no iba hacia mi auto, sino a un evento y no quise ir con él, como estorbo.
3. A mano no escribo. Me acostumbré al teclado desde la edad de los 12 años. Cerca de la casa había clases de talleres para adultos. Y yo llegaba a asomarme por la ventana. Y me quedaba allí. De tanto verme la maestra Esperanza me invitó a entrar y aprender a escribir a máquina. Y desde entonces.
4. Tuve pocas máquinas de escribir en mi vida. Quizá dos. Una Brother y luego una Olivetti lettera. Más luego un híbrido entre máquina y computadora, que se llamaba procesador de palabras, que compré en Holland, Michigan, luego una voluminoso computadora. Hasta llegar a estas llamadas laptop, portátil. La marca es lo de menos. Ligeras, cómodas y transportables.
5. De estas últimas sí he tenido como cuatro. Yo no sabía el significado del término obsolescencia. Un amigo sabio me lo dijo y explicó con manzanitas: las mercancías electrónicas, eléctricas y mecánicas, son construidas para que en unos años las repares y luego las deseches. Y la publicidad reiterativa nos hace sentir la necesidad de comprar el nuevo modelo. El ejemplo más evidentes son los iPhone.
6. Por mis viajes pero además por mi decisión de vida de escribir a diario, me he enfrentado a llevar a todas partes mi laptop. Solo que algunas veces no la llevé o la olvidé. y empecé a utilizar el teléfono para escribir. Algo de incomodidad, pero poco a poco encontré la.manera de que fluyeran las ideas y las palabras. Heme aquí.
7. Hoy escribo con el teclado del teléfono. Utilizo mi cuaderno digital blogger. El teclado por ser pequeño parece de juguete. Y jugar me encanta desde niño. Mis dedos grandes los lanzó hacia las miniaturas de teclas. Y tengo que tener tino, mucho, demasiado, para que caigan donde quiero. Y digan lo que voy diciendo.
8. He leído que escribir a mano ayuda mucho a que se hagan nuevas conexiones en las neuronas. Lo he intentado. De veras. Compro cuadernos diarios para escribir a mano cada día. Los dejo en la página cinco, cuando mucho. Hasta las agendas en las que se escriben breves anotaciones, no llegan ni a febrero, y las pierdo donde sea.
9. He soñado con un destino mío distinto en lo que a escritura se refiere. Me imagino sentado a la orilla del mar con una hoja de cuaderno y mi pluma de ganso tintada o una vic qué no sabe ffallar. O ante un paisaje de muy altas montañas y escribiendo a mano. Sea una carta a mis amigas y amigos. O a mi familia. O carta a Dios ofreciendo más que pedir. O al Diablo para que cese de tantos desfiguros como hambruna, guerras, robo de parte del salario a obreros, maestros y campesinos.
10. Pero no puedo y me resigno. Escribo con el teclado qwerty. Y esta mañana de rudo fresco otoñal, desde Tabasco, explico la razón. En la calle, frente a mi casa, unos trasnochados a todo volumen tienen puesta la salsa No tiene talento, pero es buena moza. Y luego la infaltable Pedro navajas.
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