Jaime Ávalos: la fotografía, química salvaje


 

Jaime Ávalos: la fotografía, química salvaje

1. Hablar de fotografía con Jaime Ávalos Gómez, es un verdadero deleite. Porque sabe, sin aspavientos y sin ínfulas. Lo hace desde la sencillez y gran corazón. Lo hace porque es una pasión que lo desborda y transforma en su ser. Expresivo y vivaz. "Hablar de fotografía es muy amplio", dice cuando habla de la luz, del arcoíris, de la posición del sol en las cuatro estaciones del año, y cuáles edificios, de qué aceras se iluminan en cada una de dichas estaciones.
2. Es sábado de tarde, estamos en Café Parissi, hora del taller literario, donde nos reunimos para revisar textos y sugerir correcciones, pero sobretodo, reímos a mas no poder, y practicamos asimismo la palabra. Oral y escrita. La novedad el número 3 de la revista La Meca, cuyo motor y bujía es Nancy. Y todos colaboramos escribiendo, corrigiendo, doblando y repartiendo. Y la portada lleva una fotografía de Jaime Ávalos, multipremiado artista de la lente, quien llegará a la sesión, me dice Nancy.
3. Yo lo conocía de vista, claro. ¿Quién no lo conoce como fotoperiodista? Y no solo en Tabasco. Ha trabajado para diversos periódicos de Tabasco y para las agencias AP, estadounidense y EFE, española, entre otras. En la toma de fotografías oportunas, ha estado con agua casi al cuello en las inundaciones, ha estado arriba de torres, en lo alto de edificios, en una habitación en lo más alto de los hoteles, para tomar las áreas que requiere. Le tocó todo eso para captar magnitud y esencia de un hecho de la vida cotidiana y la historia de la región. Pero lamenta que todos sus fotos del desalojo de Plaza de Armas en 1995, se las haya llevado la inundación magna de 2007 suscitada en Tabasco. "Quedaron solo en mi memoria", dice, nostálgico y con cierta pesadumbre. Triste.
4. Trabajó en el registro gráfico del Tren Maya. "Era todo tan rápido, que una noche iniciaban una estructura, y al día siguiente ya había un avance que no se reconocía la fase anterior". Y estaba mañana, tarde y noche -claro con los descansos que requiere el cuerpo. Pero sus compañeros lo miraban y se sorprendían mirándolo tomar fotos a media noche. Y claro que salía a tomar fotos en los alrededor. "Del paisaje son mis favoritas, comenta. Y tomó fotos en el majestuoso puente de Tenosique, asimismo para el paso de la vía del tren Maya. A Jaime lo mueve todo su pasión por la fotografía. Es su mundo.
5. Cuenta de que en una exposición en la Ciudad de México tuvo la fortuna de conocer al fotógrafo alemán Walter Reuter, a quien le dijo que le gustaría vivir en la Ciudad de México, por todo lo que tiene para fotografía, tan inmenso todo. "No joven, quédese en su lugar, el mundo es todas partes. Allá tiene usted todo a su alcance para dar a conocer sus fotografías". Dice Jaime que en ese momento no comprendió las palabras del alemán. Hasta tiempo después. En comparativa hicimos lista de algunos lugares para tomar fotos en la capital del país: centro, arquitectura colonial y moderna, cantinas, gente, Tepito, mercados, central de abastos, etc. Esa era la motivación para irse a la capital. pero el maestro Walter Reuter lo ubicó.
6. Egresado de Agroalimentos en la UJAT, fue alumno de Tomás Rivas, histórico fotógrafo que testimonió gráficamente gran parte de la luna política de Andrés Manuel López Obrador. "Me dijeron que había un trabajo de laboratorista. Y me imaginé un laboratorio sobre alimentos. Y llegué allá en La Verdad del Sureste. Vi la casona-bodega. Y me dijeron que ese era el laboratorio. Yo me sorprendí porque era un laboratorio, pero de fotografía". Era el cuarto oscuro. "Pero yo no se nada de esto". "Pero vas aprender, si quieres", le respondieron. Y ya dentro del cuarto oscuro fue Tomás quien le dio las primeras enseñanzas, hasta llegar a ese momento en el que en el papel fotográfico blanco, van apareciendo los grises que dan forma a la imagen. "Magia". Y fue allí donde encontró su verdadera vocación. Atrás los alimentos como materia de trabajo. Bienvenida la luz, la cámara, los hechos del instante, los paisajes.
7. Nancy Balleza De Gea, asidua y productiva integrante del taller literario, nos había dicho con el orgullo de la amistad con Jaime, que la portada de La Meca, nuestra revista, sería diferente. Y mucho. vamos en la 3. Que llevaría una fotografía de Jaime Ávalos, artista de la lente. Y que era sobre el día de muertos. ¿Tienes una sobre ese tema? "Tengo, pero no es de Tabasco. Es de Zinacatán, Chiapas. "Perfecto. No importa. Peor que sea vertical", le adelantó en sugerencia exigente, Nancy. "Sí la tengo así". Y listo. Así que este sábado pasado llegamos al taller, (porque ahora llego menos, por mi edad y el cansancio de todo el día fuera; por la mañana soy estudiante en la UJAT) y conocimos el 3 de la revista. Nos maravillamos con la maravilla de foto y la excelente impresión del taller. Y he allí la imagen del 2 de noviembre, la tradición arraigada, mimetizado en uno mismo, de acompañar a nuestros fieles difuntos, en ese municipio de Chiapas.
8. Le expreso a Jaime sobre los peligros de ser fotógrafo. "De manera normal uno aprende cómo tomar las fotos. Uno no llega y saca la cámara y ya. Sino que convive con las personas. Al principio uno es el extraño que anda con la cámara. Y con el paso de los días ya les es normal vernos, y es entonces cuando empieza uno a tomar las fotografías que quiere". Pero también cuenta cuando en 1995, en Villahermosa, cuando el conflicto postelectoral a causa del fraude de Roberto Madrazo, hubo motín de policías que entraron a la Quinta Grijalva (ahora ex casa sede del Gobernador). Y mi jefe inmediato me ordena: "entra a tomar fotos".  Y allá voy como ...ejo, y me dieron una santa madriza. me golpearon en grande, la cámara la hicieron pedacitos. Y me preguntaron "¿con quién trabajas?". Yo dije. Y me pusieron frente al que dije (se omite el nombre), y dijo que "no, no trabaja conmigo". Me negó como Pedro. Y adentro de nuevo.
9. Cuenta cuando participó en un concurso de fotografía de la CONALMEX- UNESCO, con el tema del medio ambiente. Pero lo descalificaron porque dijeron que no era fotografía, sino pintura. Era una imagen en Apasco, de un lugar donde procesan alimentos. (Apasco es una comunidad donde está asentada una trituradora de piedra para materia prima de cemento). La foto: Un árbol, con hojas nuevas, de un verde muy suave, que con los rayos de luz del sol le hacía ver a las hojas, como transparentes. Descalificado. Qué coraje. "Injusticia". Pero participé al año siguiente y gané. Tuve el honor de llevarle a mi madre el cartoncito de reconocimiento.
 
10. Jaime Ávalos, artista de la lente, nació en Tenosique. Maestro de fotografía de los buenos. Estudió en la Escuela de Periodismo de La Habana, Cuba. Ha publicado varios libros. Colabora con su obra para los amigos.Tiene material para diversos libros, entre ellos de migrantes, de pantano, de paisajes. Valora cada una de las herramientas, ahora el dron. Y comenta del primero, chiquitito que compró. Y cómo un viento huracanado se lo llevó y lo que batalló para regresarlo, que luego se enredó en palmeras. Y finalmente logró bajarlo. Y de otro que se le rompió. Una maravilla la charla. Gracias, Jaime, por esa manera de darte a la vida y a la amistad. Estuvieron con nosotros Balam Olivé, Nancy Balleza de Gea, Eddy Johan y Luis Iván Sánchez, fotógrafo y pianista.

11. La fotografía es magia, química salvaje. Era. Ahora es digital. Y reímos al recordar cómo era el cuarto oscuro,  donde se revelaban los rollos. Solo que la cámara no toma la foto. Dice Jaime: "la foto la toma el cerebro. La cámara es solo extensión de la mente".

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