Alucine/ animalia

Alucine/ animalia

1. Te miro bailar y mis pies se mueven, sentado donde estoy, viendo girar el mundo. La vida siempre está dentro y fuera de nosotros. Y hay que levantarse. Volteas y nuestras miradas se encuentran. El baile es la metáfora del movimiento humano. Es resolver en uno mismo el reto de la prisión en que nos mantiene fijo la gravedad. Los pies de plomo es confort. El baile son alas.

2. Se piensa siempre en aquel abrazo, el que nos falta. Habrá otros, pero que nos inauguró en la confianza de ser uno mismo. El ser comprendido. Yo recuerdo con nostalgia el abrazo que vendrá. Lo intuyo desde hace años. Y no es el de la muerte, sino el de la vida.

4. Me dijeron que el viaje es la vida. Y no lo comprendí hasta que leí el poema Itaca, de Constantin Cavafis. Cuando tengas oportunidad, búscalo y lee. Sabrás que la flor es tan tuya como mía si la admiramos. La palabra es el bien compartido. Y no hay puerto de llegada intermedio. Solo hay uno, el final. Mientras tanto que los vern¡nos sean tu brújula.

5. No tengas temor a la tecnología. Ríete de ella y la habrás vencido. Tampoco al desheches. Haz siempre algo que ella no pueda hacer y será siempre la victoria de los seres humanos. Porque me dicen que ya despidieron a miles de cajeras en el mundo. Ya despidieron vigilantes en el mundo. A quien no pueden sustituir es al pródigo en sonrisas, los besos y los abrazos.

6. Leí que la tortuga puede hablar más del camino que la liebre. Ni lo uno ni lo otro. Entiendo la metáfora que es un elogio a la lentitud. El ser humano va en el camino. No sea la prisa la que determine su avance. Al contrario. Admira el paisaje. Siente el viento. Que te moje la lluvia. Y que la lluvia sea el motivo. Detente "a la sombra de las muchachas en flor", de Marcel Proust. Y lee.

7. Esa vereda la ha construido el tiempo con tus pasos. Debiera haber un registro de nuestro paso. El trazo que vamos dibujando en nuestro errabundo caminar. Valora lo mismo camino que vereda. Es el hombre, la mujer, de diversas edades, que las transita, sobretodo cuando saben a dónde van, de dónde vienen.

8. Todo lo que ves es tránsito hacia el fruto. Sea la piedra, la flor, el árbol, la pequeña hierba. ¿Miras aquel nido de oropéndola? Nada detiene el curso de la vida. La muerte es solo instrumento para ese renacer permanente. La vida está en todas partes. Quede constancia de ello.

9. Me tratan de convencer que el ser humano es egoísta por naturaleza. Que los posesivos mío, mía, míos, es lo que está insertado en nuestra mente, como grabado en piedra. En cambio musicalmente suena mejor nosotros. Llámales solidaridad. Empecemos. Todo lo que tengo es también tuyo. Pero qué es lo que tengo, sino es la palabra. También la tienes tú, porque la palabra es nuestra.

10. Amor. No hay más. Me gusta ver videos, cuento. Ayer miré, hermano, hermana, tres rescates. Uno de una gran tortuga que se llama caguama, de 200 o 300 kilos de peso. Un alud de arena la dejó enterrada luego de que salió a desovar. Un hombre vio las huellas de ida, pero no de regreso al mar. Por lo que intuyó que ella estaba al final de las huellas, enterrada. Y convocó a unos paseantes a que le ayudaran a sacarla y echarla de vuelta al mar. Un caballo fue abandonado en una alcantarilla por su dueño. Lo descubrió un hombre, que convocó a sus amigos, con maquinaria y todo para que lo ayudaran a sacar al pobrecito equino. Y un perro estaba en el fondo de un pozo de unos veinte metros de profundidad. A riesgo de su vida, un hombre lo rescató.

11. Sigamos en lo que hacemos, como dice una amiga. Pero acudamos al espejo, y digámonos con franqueza si estamos contentos con al vida que llevamos. Y si es de rutina y hastío, de la expresión siempre lo mismo, toma datos, y busca actividades que alimenten tu alma. Sean cosas sencillas, por ejemplo. Y no la revolución mundial, que también es necesaria, para detener el odio y las guerras.

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