Huída

No huye el sol o la luna de las miradas. Tampoco la luz o sombra o el mar en su ola. Todo sigue el ritmo de la inercia, en los tumbos de los acomodos y reacomodos. No huye el ratón del gato, antes más bien se entrega, en el hechizo de la magia. El conejo queda paralizado por la luz. Y el hombre ante lo que no conoce, rostros de la incertidumbre. La huida es más bien una forma de mostrar un rostro. Una manera de encontrar el pasado que se aleja o el futuro que no está. La arena movediza es la imagen. O el fango donde se hunde el sabio enredado en teorías. Tranquilo el venado se acerca de madrugada al pozo de agua, por sed. Y no otra cosa sucede. Más que el hastío, la distancia. Enhorabuena por la hoja. Las palabras. El café de pasado mañana. Dibujo tu rostro por mañanas y tardes. Y en los sueños te evoco. Es mi manera de describir júbilo, bienaventuranza, dicha.

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