Que me voy y me voy

Afanes, espacio, sueños, palabras. Seguiré escribiendo. No aquí, no ya. No hay razón. Otros afanes y rutas me llevan a otro espacio, fresco, blanco. (Cuaderno Calvillo Dos, tal vez). Entraré en reflexión sobre los motivos que el lobo tiene para escribir aquí o allá. Debo, sí, cuidar las palabras. Lo he hecho. Debo sí, cuidar la idea. Pensar que son textos a la deriva, en altamar o por las calles en otoño con la hojarasca seca como tapete vegetal. Sin rumbo. Buenos días, luna, buenas noches sol. Mi mundo siempre del revés.

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