Mis libros: Las bodas efímeras

Cada libro llega en su momento y lugar. Por Lerdo en Villahermosa funcionan tres librerías  de viejo. Me asomo a las novedades entre esas ediciones amarillentas, discos de vinilo y cedes modernos.  En el local de Rabelais, como le dicen a. Rabelo, miro desde mi llegada un libro viejo, dice María Banus, las bodas efímeras. Impreso en Rumanía. "Poesía", me ilustra el maestro. Sé de la sicología de vender, y abro el libro para asomarme a unos versos. " Nunca será bastante Parra mi/ este amor, este rayo/ esta alegría/ de cantar el sol nuevo...". Lo llevo, al rato pasó por él. Le dije y me fui a materializar unos asuntos. Al rato ya no estaba el librero. Pasaron unos días, como cinco quizá. Y pasé de nuevo. Allí estaban los libros y esté del que hablo. Lo compré. Consigno: Para el enfermo de soledad/ para el que sueña sábanas limpias/ para el que la lengua secreta ya no habla/ olvidó lengua  de conejo, lengua de pájaro/ dame, bosque, una rama de abeto, dame una hoja de menta/ para ponerla en el lecho, se sobresalté y sienta.

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