Un libro

Un libro no es pináculo de lucro, como mineral precioso o mercancía de lujo. No es de precio para halagar corazones de cuentas financieras. No son títulos de bolsa donde porcentaje a la alza es la divisa en afán de prisas. Ni título de propiedad de bien inmueble, apartamento amueblado, Ferrari de lujo. Se sabe exacto lo que no es y lo que es, común decirlo. Un corazón no es menos que un libro. Flujo de paz o irreverente. Agua diamantina, transparencias, sangre pasional que eleva en la cita. Es papel donde quedó plasmada la nube real o rosa exquisita. Un pastel de cumpleaños por la risa del niño o la novia de blanco. Una canción donde concisa va la historia de amor o de tristeza. Son la palabras de cima o sima, para alentar la lucha, sostener la esperanza, consignar las miradas y el beso. Tengo un libro solo. Y en él va mi vida entera, átomos que se dispersan rumbo al polvo. Tiempo antes apenas del fin para sueños de la nada.

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