Buenas tardes

Buenas tardes. A los que leen cualquier tipo de lecturas y a los que no. A los que van saliendo de su trabajo ufanos, cansados, contentos. A los que ríen. A los que no. A quienes están atribulados por el adiós de alguien que debió irse desde antes. O por el pago de la renta o el pago de la letra del coche. A quienes están escuchando la radio y mandan saludos a amigos distantes. A quienes miran la televisión sentados en la sala de su casa. Y buscan en el refrigerador algo para ingerir. A quienes corren o juegan un deporte en las ciudades deportivas, sudorosos. A los que están dialogando, y buscan argumentos para persuadir, no para ganar. Y enamoran con las palabras. Y generan sonrisas. Buenas tardes, el sol se va ocultando. Es otro día en que los pájaros cantan y los escuchas. El viento mueve polvo en los caminos. Quedan pendientes tareas por hacer para mañana. Y tocas la guitarra o una flauta o violín en el patio de tu casa. Digamos cualquier instrumento. A quienes van al cine solos o acompañados miren o no la película. O a misa solos en busca de refugio, ligereza de cargas en comunicación directa. A quienes van mandando mensajes de texto y se tropiezan y siguen adelante. La vida es una maravilla. Y el camino sigue puesto para nuestros pasos. A la dama del perrito de Chéjov que saca su perro a pasear en el parque. A quienes allí se besan o leen. A los necios, buenas tardes. A los derrotados. A los tontos, a los ebrios con savia de la vida, a los locos y a los enamorados, que cantan canciones sin ton ni son. Buenas tardes. Buenas noches.

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