A veces hablo con Dios

A veces hablo con Dios. Y me hace sentir como que me escucha. Me mira atento mientras atiende los tantos asuntos del mundo. Se pone pensativo como si dudara de su creación. Con tantas fallas. Entre el acierto y error. Formar palabras delante de él es una manera de querer subir peldaños hacia un cielo que no viene ubicado en el localizador satelital. Él se ríe a carcajada suelta. Y me hace sentir grande o pequeño con sus palabras. Le platico de la vez que logré pasar el hilo por el ojo de la aguja. Era camello lo difícil, responde. De la vez que aprendí a leer en bicicleta. Y cuando me aprendí de memoria el padre nuestro. Una vez me atreví a preguntarle De dónde somos, a dónde vamos, cuál es nuestro origen y destino. Él se rió de nuevo y se rascó la cabeza sin querer responderme, aburrido de las mismas preguntas de siempre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam