Me asomé a tu espalda

Incapaz de verte, me asomé a tu espalda. Verte de frente, me descubres. Las palabras. Los hechos. De perfil, sobran palabras. Me asomé. Y di por hecho la blasfemia. El recurrente verbo de venir, como el volver determinado. Hicimos cuentas alegres. Lo que depara el destino. El recuento versos o besos. Lugar común. Sucede por ejemplo leer un poema ahora en su muerte de Nicanor Parra. La verdad de las cosas. Lo he soñado. Por eso lo escribo. Pequeña. Menuda letra. Fulgurante las populares imágenes. Me he asomado a tu espalda. Lento, no dejas de otra. El tiempo sucede. Y vas adelante. De prisa. Por eso no me queda más. Asomarme a tu espalda. La mirada dicta. El discurso de los libros no es que canse. Parecen consejos de viejo. Preciso en eso detallar. No hubo más de lo que fue posible. Yo me asomo a tu espalda. Y es que vas de prisa. El tiempo.

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